Los trabajos de restauración y conservación del Retablo lateral izquierdo de la Capilla del Calvario de la Iglesia de Santa María de Guía podrán estar listos a finales del próximo mes de julio, según indicó el encargado del proyecto, Fran Díaz Guerra, durante la visita realizada hoy por el alcalde, Pedro Rodríguez, acompañado de la concejala de Cultura, Sibisse Sosa, y el cura párroco Pedro Martínez. Esta recuperación es posible, indicó el primer edil guiense, gracias a la ayuda solicitada por el Ayuntamiento de Guía a la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias.
Este Retablo -en cuya hornacina se emplaza ‘El Cristo Atado a la Columna’ de Luján Pérez- junto al que se encuentra situado enfrente, fueron encargados por el párroco D. Bruno Quintana (1943-1982) para poder dar cabida en esta capilla a las esculturas que procesionan en la Semana Santa de esta Ciudad. Situada en la parte derecha de la iglesia, la Capilla del Calvario data del siglo XVII, es de grandes dimensiones (7 metros de anchura por 6 de fondo) y está cubierta por artesonado mudéjar.
Según explicó el restaurador Fran Díaz, en cuanto al soporte del Retablo objeto de los trabajos se refiere, se trata de una pieza realizada en madera de pino cuyo estado de conservación es muy malo, debido principalmente a un intenso ataque de insectos xilófagos producido por diversos factores, como es la calidad de los materiales con los que ha sido construido, poco resistente a los embates de la carcoma; el alto grado de humedad y el último, y más grave, el provocado por diversas escorrentías accidentales.
Los trabajos, de los que también forma parte la restauradora Cinta Guimerans, conllevan la consolidación de la madera de todo el Retablo, cuya consistencia mecánica se ha perdido (debido a los xilófagos), procediéndose, además, al rellenado de todas las lagunas dejadas por la carcoma así como a la limpieza de toda la policromía.
En la hornacina se ha eliminado una intervención muy reciente, concretamente del año 2005, rescatando así el original de todo el interior que se encontraba debajo en muy malas condiciones debido a la carcoma que la estaba destruyendo. Entre las actuaciones previstas figura, también, la sustitución de la parte que da soporte al arco interior de la hornacina.
En toda la estructura de madera del Retablo se ha inyectado consolidante para endurecer lo que queda de este material y lo que se ha perdido se rellenó con resina epoxídica que hace las funciones de madera sin serlo y evita los efectos de la carcoma.