N° 50. «UNA HISTORIA DE LOS ALCALDES DE GUÍA Y DE GÁLDAR»

Esta historia ocurrió a finales de la década de los años setenta del pasado siglo y los protagonistas fueron los Alcaldes de Guía y de Gáldar que eran Don José Carlos González Ruiz y Don José Estévez Rodríguez, respectivamente.

Quiero dejar constancia expresa de que este relato no pretende tener ninguna rigurosidad histórica ni de ningún otro tipo, tan solo quiero contar la anécdota que llegó al pueblo, y lo que de ella se comentó en ambas ciudades debido al alcance social que tuvo.

Los diálogos entre los dos Alcaldes es pura invención del autor de la vivencia, y que es de suponer que fueron más o menos así.

En Gáldar hay un barrio marinero que se llama «Caleta de Arriba», que está situado detrás del pico de La Atalaya, (Pico de Ajódar), y relativamente cerca de la playa de El Agujero, que es un lugar muy conocido por los vestigios que existen en sus alrededores de nuestros antepasados Guanches, y por sus piscinas naturales. Es también un jugar de veraneo pues se han construido numerosas viviendas a la orilla del mar..

Este barrio de Caleta de Arriba está totalmente masificado, pues se fueron   construyendo casas sin ningún tipo de control ni planificación y apenas se puede circular en coche dentro del barrio

Caleta de Arriba

debido a la estrechez de sus calles. La práctica totalidad de los vecinos son de Gáldar y la mayoría de las viviendas son para disfrute de fines de semana y vacaciones, aunque actualmente también hay quien la habita todo el año como su residencia habitual. Pero todos coinciden en su afición a la pesca, pues el lugar es idóneo para ello. También tiene una pequeña cala de callaos que es ideal para el baño por sus aguas cristalinas.

A principios del siglo XIX se generaron algunas disputas entre los municipios de Guía y Gáldar por los límites de Caleta de Arriba, pero debido a la rivalidad que existía entre las dos ciudades nunca se pusieron de acuerdo. Aun así Guía utilizaba la zona como embarcadero de sus productos y cosechas.

Supongo que por ahí vinieron los motivos que llevó al Alcalde de Guía, don José Carlos, a encargar al Servicio Técnico de su Ayuntamiento un estudio sobre los límites de Guía con Gáldar en la zona que está detrás del pico de La Atalaya. Y de esa manera descubre que una parte de Caleta de Arriba pertenece al término municipal de Guia.

Una vez el informe técnico en su poder, se lo comunica de manera oficiosa al Alcalde de Gáldar Don José Estévez, con el que le unía amistad y profesión pues ambos eran abogados. El Sr. Estevez no se podía creer que tuviera que llevar a cabo la división del barrio pues era consciente de la que se iba a armar con la gente que tuviera su vivienda en la supuesta parte de Guía. Es de suponer que él Sr. Estévez le contestara que se lo comunicara oficialmente para que su Servicio Técnico hiciera las debidas comprobaciones.

Así que una vez comprobados y de acuerdo, por fin, los dos Ayuntamientos, los departamentos correspondientes de ambas entidades iniciaron los trámites pertinentes, como hacer el padrón de las viviendas que les correspondía a cada Ayuntamiento, colocar los nuevos números de gobierno de ambos municipios, y la negociación sobre el suministro de agua y luz, que acordaron que lo seguirían haciendo desde Gáldar, para evitar más molestias a los vecinos

Conviene decir que en aquella época la rivalidad entre las dos ciudades y sus barrios era enorme, sobre todo en los hombres; hasta el punto de que era muy raro que algunos se fueran a vivir de un pueblo para el otro. Aclarado este aspecto se pueden imaginar la que se armo, pues los de Guía les daban bromas a los afectados de Gáldar diciéndoles entre otras cosas: «Por fin te viniste a vivir a Guía»; «Ya somos vecinos», etc. las calenturas estaban tan subidas de tono que en algún momento se estuvo a punto de llegar a las manos.

Aquello no era ninguna broma pues el barrio quedo de tal forma dividido que una misma calle pertenecía una parte a Gáldar y la otra parte a Guía, con sus números de gobierno de uno y otro Ayuntamiento en las fachadas de sus casas.

Yo recuerdo darle unas bromas a un amigo y compañero de la mili que tenía, y aún tiene, una casa allí y en la que yo había estado varias veces de tenderete, y casi me retira el saludo. Hubo verdaderamente un gran disgusto en los vecinos que les tocó la parte de Guia. 

Al final el pueblo lo fue admitiendo, las bromas se fueron acabando, y hoy en día nadie se acuerda de aquel episodio, pues afortunadamente ya no existe esa absurda rivalidad y aquello es Caleta de Arriba sin más.

Pero en aquel momento corrió por ambos pueblos un chascarrillo que les daba una nueva denominación a los alcaldes protagonistas de esta historia. Ignoro quien fue su autor pero desde luego fue muy ocurrente.

Al Alcalde de Guía pasaron a llamarle: «Jaime 1° el Conquistador».

Y al Alcalde de Gáldar: «Guzmán el Bueno». 

Es muy posible que muchos de nuestros jóvenes no conozcan este episodio que forma parte de la historia de estas dos bellas ciudades.