Nuevos vientos que auguran nuevos momentos, nuevas puertas abiertas y libres paseos con caras limpias y muchas ya olvidadas.
Nuevos tiempos con la amenaza todavía firme, el miedo todavía latente y la esperanza aún viva.
Sueños nuevos, pasos nuevos y una forma de vivir no igual.
Almas muchas se han ido y ya no habrá abrazos ni besos para ellas.
Vidas cesgadas sin culpa, sin juicio sin soluciones y sin despedidas.
Llegan nuevos tiempos y vendrán nuevas amenazas.
Un año y más con sonrisas robadas, miradas cegadas y caras desaparecidas.
Un año y más sin la naturalidad en la cara, en los gestos y en las expresiones.
Maldito contratiempo en el camino de la vida que ha trastocado absolutamente todo, que ha robado cariños, sentimientos, deseos y nuevos sueños.
Ya hay luz a este año y más, pero las sombras siguen ahí, escondidas, esperando una guardia bajada antes de tiempo y al acecho de causar más daño.
¡Maldito contratiempo que llegó queriendo quedarse!.
Habrá nuevas sonrisas aunque no iguales, nuevos sueños aunque no iguales, nuevos besos y abrazos pero ya no iguales.
¿Cuánto se ha dejado en el camino?
¿Cuánto se ha perdido en este viaje?
¿Cuánto hemos aprendido?
Toca el momento de encender la luz de la esperanza, de la lucha, de nuevas alegrías y nuevas risas.
Toca el momento de mirar hacia adelante sin olvidar lo que atrás dejamos, de mirarnos y valorarnos, de entendernos y de empatizar con el prójimo.
Volveremos todos, pero algunos con más dolor que otros. No es momento para dejar a nadie atrás, para no tender una mano o regalar un necesario abrazo.