Don Eduardo, un octogenario de camino a los 90 años, se acercaba junto a su cuidador a reclamar al ayuntamiento el estado en el que se encontraba su casa tras las obras que se ejecutaron por parte del consistorio. Su médico le había recomendado que no podía estar en esa vivienda ya que lo que manaba de sus paredes eran aguas sucias que se colaban por culpa de un bajante que no está en condiciones. Eduardo que apenas puede moverse, ya que los años no le ayudan, llegó con muchos esfuerzos a la casa del pueblo y tuvo que oír de boca de un funcionario que no le atenderían puesto que no había pedido cita previa. No era la primera vez que D. Eduardo hacia significar el mal estado en el que se encontraba su vivienda tras las obras chapuceras que se hicieron sin apenas inspección técnica del consistorio.
Tras la presentación de la moción de urgencias y el pleno extraordinario que planteaba Nueva Canarias Teror el pasado 1 de diciembre, el arquitecto técnico hacia un informe dando un tiempo de quince días al adjudicatario de la obra para que subsanase los desperfectos de la obra, ha pasado un mes y sigue los mismos desperfectos en las 24 viviendas del Barrio de Quevedo.
Nueva Canarias Teror pidió un pleno extraordinario y el ejecutivo se comprometió votando a favor de la moción que llevaba Nueva Canarias, para subsanar urgentemente las deficiencias de las viviendas, sin embargo, a día de hoy 7 de enero y más de un mes del reparo a la empresa, todo sigue igual y con el temor siempre de que llueva y nuevamente se vean anegadas las viviendas.
Nueva Canarias Teror, no va a dejar de contar cada caso particular de los afectados por las obras de Quevedo ya que el consistorio no ha sabido velar en todo este tiempo por el interés de los beneficiarios, y el concejal de obras Don Sergio Nuez no le preocupa en absoluto el estado en que se encuentran las 24 viviendas del Barrio de Quevedo y del abandono que sufren los vecinos y vecinas de este lugar, porque a todo ello hay que sumarle, el estado calamitoso en que se encuentra los terrenos municipales que pudieran ser pasto de las llamas en épocas estivales y que el consistorio ha dejado que se acumule gran parte de combustible a modo de matojos y matorral que pudiera ocasionar daños graves.
En palabras de Isabel Guerra, “Hoy está lloviendo y nos preocupamos por los vecinos y vecinas y las consecuencias de una obra chapucera que el concejal del Partido Popular no ha sabido hacerle el seguimiento y antes bien, culpa a otros de su negligencia. La dirigente nacionalista se pregunta: ¿Cómo es posible que se trate así a un barrio abandonado desde hace años?, el concejal de obras que ni tan siquiera vive en Teror, pero si está presto para la foto, no ha sido capaz de exigir a la empresa que repare las chapuzas y sentimos la angustia y nos ponemos en el lugar de los vecinos y vecinas y lo que puedan estar pasando al ver que sus casas se mojan ante las lluvias de estos días.