Alrededor de 86 migrantes, entre varones y mujeres, dieron positivo en Covid-19 cuando llegaron al Puerto de Arguineguín, en Canarias, por lo que fueron aislados, inicialmente, en carpas en este muelle. Además, estos inmigrantes ‘sin papeles’ llegados en pateras, fueron alojados en hoteles turísticos, para ser realojados posteriormente de manera temporal en centros de acogida gestionados por Cruz Roja y Cruz Blanca.
En algunas ocasiones, algunos de estos migrantes, al cometer alteraciones del orden en estos alojamientos, son expulsados. Otros, deciden de manera voluntaria no quedarse en estos lugares de acogida, por lo que su periplo en el día a día se cierne a una dura realidad en la que conviven grupos de inmigrantes en zonas insalubres y abandonadas, tal como refleja un vídeo de una residente canaria que, capta imágenes de varias decenas de migrantes en el antiguo Canódromo del Veril, situado en Playa del Inglés en Gran Canaria, cercano a la Comisaría de Maspalomas.
Estas personas malviven y duermen en casas derruidas, sin recursos, generando por otro lado, sensación de inseguridad ciudadana. En ocasiones, altercados y actos delictivos se han viralizado en redes sociales aumentando la tensión social, sin que las autoridades atajen este grave problema.
Este demoledor vídeo, a modo de denuncia sobre la cruda realidad que viven los inmigrantes irregulares sin recursos alojativos en Gran Canaria, grabado por una residente, pone de manifiesto la situación de estas personas ‘sin papeles’, que viajaron en pateras desde África hasta que fueron rescatados y trasladados al Puerto de Arguineguín por Salvamento Marítimo, pero que, posteriormente, tras ser alojados en centros alojativos gestionados por Cruz Roja y Cruz Blanca, son expulsados ‘por alteración del orden’, según explican miembros de esta ONG consultados por elcierredigital.com, o en otros casos, deciden voluntariamente no regresar, agrupándose y conviviendo en zonas abandonadas, en condiciones absolutas de insalubridad, sin recursos económicos, ni ningún tipo de control social y sin que las autoridades hagan nada, según relatan algunos vecinos.
En las imágenes, captadas en el antiguo Canódromo del Veril, situado en Playa del Inglés en Gran Canaria, cercano a la Comisaría de Maspalomas, puede observarse cómo los inmigrantes malviven refugiándose en casas derruidas, sin luz ni agua, en un terreno en el que se concentran basuras, escombros, colchones y enseres desechados. Para ellos, representa el ‘hogar’ o ‘lugar de encuentro’ de algunas decenas de inmigrantes que al parecer, desde hace varias semanas dejaron de utilizar los recursos alojativos ofertados por Cruz Roja y Cruz Blanca.
«Los inmigrantes irregulares no deberían estar en las calles en esta situación de abandono», aclaran fuentes de Cruz Roja Canarias, consultadas por elcierredigital.com. «Algunos son expulsados de estos centros de alojamiento por Cruz Roja o Cruz Blanca, cuando se producen altercados, peleas entre ellos, llegan en estado de embriaguez, o presuntamente, han consumido drogas». Para algunos voluntarios, desde estas ONGs deberían gestionarse otro tipo de recursos específicos para estos perfiles, impulsarse otras medidas, en lugar de crear situaciones sin resolver y que pueden acrecentar la tensión.
Las normas de estas organizaciones no gubernamentales son estrictas para la gestión de estos centros: «Los usuarios deben regresar a las nueve de la noche todas los días, con tres horas de margen (hasta las doce de la noche) para poder acceder a estos locales. Si llegan más tarde, se quedan sin entrar», indican fuentes de Cruz Roja. Si decidieran no regresar más al centro, los voluntarios de las ONGs deben comunicar a la Policía estas bajas, puesto es el domicilio que consta de los migrantes y donde pueden ser localizados.
«Hay que tener en cuenta que, estos recursos alojativos de Cruz Roja y Cruz Blanca, son temporales para los adultos, mientras los MENAS, Menores Extranjeros No Acompañados, tutelados por las autoridades públicas de Canarias, no pueden ser expulsados de ningún centro, en todo caso, pasan a disposición judicial si cometen algún hecho delictivo, para gestionar su ingreso en otros recursos», aclaran desde esta ONG.
Por otro lado, la norma impide que puedan ser retenidos una vez transcurridas 72 horas ni obligados a alojarse en hoteles turísticos o centros de acogida, por lo que al tener libertad de movimiento, pueden agruparse en otros lugares, como es el caso de este enclave abandonado en el antiguo Canódromo del Veril u otras localizaciones captadas en otros vídeos por otros residentes, en las que se aprecian grupos de migrantes deambulando por carreteras comarcales, montes, o causando graves altercados sociales.
Estas situaciones parecen generar un hartazgo ciudadano que podría desembocar en un estallido social, por lo que la Policía Nacional está incrementando sus actuaciones en Gran Canaria.
Inseguridad ciudadana
La situación social irregular que sufren los migrantes, una vez que están fuera de los recursos alojativos, inquietan a los residentes canarios, quienes denuncian en redes sociales, «inacción del gobierno regional, la sensación de inseguridad, las mujeres tienen miedo de salir solas a la calle en las zonas donde se reúnen en grupo los inmigrantes». Mientras, desde el Ejecutivo Canario se transmite un mensaje que califica como «hechos aislados» los actos de vandalismo perpetrados por algunos migrantes en Gran Canaria.
Tras los recientes hechos delictivos acaecidos en Gran Canaria, ejecutados por algunos inmigrantes irregulares, como peleas callejeras, destrozo de enseres de hoteles turísticos y okupaciones de viviendas, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha señalado que «cualquier inmigrante que produzca violencia debe ser expulsado».
Según indican fuentes policiales consultadas por elcierredigital.com, desde el Ministerio del Interior se ha procedido a enviar dotaciones procedentes de diversas comunidades autónomas para incrementar los efectivos de la Policía Nacional, desbordados de trabajo prácticamente desde el comienzo de esta crisis migratoria hacia Canarias. Por otra parte, la asociación AUGC, Asociación Unificada Guardia Civil, ha solicitado el incremento de efectivos a la Directora de la Guardia Civil, advirtiendo de estos mismos hechos.
LOS RECIÉN LLEGADOS SON EXPULSADOS DE LOS CENTROS DE ACOGIDA CUANDO SE PELEAN, SE EMBORRACHAN O CONSUMEN DROGAS Y SE QUEDAN VIVIENDO EN LA CALLE
Un vídeo destapa el grave problema de los migrantes irregulares que deambulan sin orden por las calles de Canarias
Inmigrantes en las calles Canarias.
Alrededor de 86 migrantes, entre varones y mujeres, dieron positivo en Covid-19 cuando llegaron al Puerto de Arguineguín, en Canarias, por lo que fueron aislados, inicialmente, en carpas en este muelle. Además, estos inmigrantes ‘sin papeles’ llegados en pateras, fueron alojados en hoteles turísticos, para ser realojados posteriormente de manera temporal en centros de acogida gestionados por Cruz Roja y Cruz Blanca.
En algunas ocasiones, algunos de estos migrantes, al cometer alteraciones del orden en estos alojamientos, son expulsados. Otros, deciden de manera voluntaria no quedarse en estos lugares de acogida, por lo que su periplo en el día a día se cierne a una dura realidad en la que conviven grupos de inmigrantes en zonas insalubres y abandonadas, tal como refleja un vídeo de una residente canaria que, capta imágenes de varias decenas de migrantes en el antiguo Canódromo del Veril, situado en Playa del Inglés en Gran Canaria, cercano a la Comisaría de Maspalomas.
Estas personas malviven y duermen en casas derruidas, sin recursos, generando por otro lado, sensación de inseguridad ciudadana. En ocasiones, altercados y actos delictivos se han viralizado en redes sociales aumentando la tensión social, sin que las autoridades atajen este grave problema.
Este demoledor vídeo, a modo de denuncia sobre la cruda realidad que viven los inmigrantes irregulares sin recursos alojativos en Gran Canaria, grabado por una residente, pone de manifiesto la situación de estas personas ‘sin papeles’, que viajaron en pateras desde África hasta que fueron rescatados y trasladados al Puerto de Arguineguín por Salvamento Marítimo, pero que, posteriormente, tras ser alojados en centros alojativos gestionados por Cruz Roja y Cruz Blanca, son expulsados ‘por alteración del orden’, según explican miembros de esta ONG consultados por elcierredigital.com, o en otros casos, deciden voluntariamente no regresar, agrupándose y conviviendo en zonas abandonadas, en condiciones absolutas de insalubridad, sin recursos económicos, ni ningún tipo de control social y sin que las autoridades hagan nada, según relatan algunos vecinos.
En las imágenes, captadas en el antiguo Canódromo del Veril, situado en Playa del Inglés en Gran Canaria, cercano a la Comisaría de Maspalomas, puede observarse cómo los inmigrantes malviven refugiándose en casas derruidas, sin luz ni agua, en un terreno en el que se concentran basuras, escombros, colchones y enseres desechados. Para ellos, representa el ‘hogar’ o ‘lugar de encuentro’ de algunas decenas de inmigrantes que al parecer, desde hace varias semanas dejaron de utilizar los recursos alojativos ofertados por Cruz Roja y Cruz Blanca.
«Los inmigrantes irregulares no deberían estar en las calles en esta situación de abandono», aclaran fuentes de Cruz Roja Canarias, consultadas por elcierredigital.com. «Algunos son expulsados de estos centros de alojamiento por Cruz Roja o Cruz Blanca, cuando se producen altercados, peleas entre ellos, llegan en estado de embriaguez, o presuntamente, han consumido drogas». Para algunos voluntarios, desde estas ONGs deberían gestionarse otro tipo de recursos específicos para estos perfiles, impulsarse otras medidas, en lugar de crear situaciones sin resolver y que pueden acrecentar la tensión.
Inmigrantes secando billetes al sol.
Las normas de estas organizaciones no gubernamentales son estrictas para la gestión de estos centros: «Los usuarios deben regresar a las nueve de la noche todas los días, con tres horas de margen (hasta las doce de la noche) para poder acceder a estos locales. Si llegan más tarde, se quedan sin entrar», indican fuentes de Cruz Roja. Si decidieran no regresar más al centro, los voluntarios de las ONGs deben comunicar a la Policía estas bajas, puesto es el domicilio que consta de los migrantes y donde pueden ser localizados.
«Hay que tener en cuenta que, estos recursos alojativos de Cruz Roja y Cruz Blanca, son temporales para los adultos, mientras los MENAS, Menores Extranjeros No Acompañados, tutelados por las autoridades públicas de Canarias, no pueden ser expulsados de ningún centro, en todo caso, pasan a disposición judicial si cometen algún hecho delictivo, para gestionar su ingreso en otros recursos», aclaran desde esta ONG.
Por otro lado, la norma impide que puedan ser retenidos una vez transcurridas 72 horas ni obligados a alojarse en hoteles turísticos o centros de acogida, por lo que al tener libertad de movimiento, pueden agruparse en otros lugares, como es el caso de este enclave abandonado en el antiguo Canódromo del Veril u otras localizaciones captadas en otros vídeos por otros residentes, en las que se aprecian grupos de migrantes deambulando por carreteras comarcales, montes, o causando graves altercados sociales.
Estas situaciones parecen generar un hartazgo ciudadano que podría desembocar en un estallido social, por lo que la Policía Nacional está incrementando sus actuaciones en Gran Canaria.
Inseguridad ciudadana
La situación social irregular que sufren los migrantes, una vez que están fuera de los recursos alojativos, inquietan a los residentes canarios, quienes denuncian en redes sociales, «inacción del gobierno regional, la sensación de inseguridad, las mujeres tienen miedo de salir solas a la calle en las zonas donde se reúnen en grupo los inmigrantes». Mientras, desde el Ejecutivo Canario se transmite un mensaje que califica como «hechos aislados» los actos de vandalismo perpetrados por algunos migrantes en Gran Canaria.
Tras los recientes hechos delictivos acaecidos en Gran Canaria, ejecutados por algunos inmigrantes irregulares, como peleas callejeras, destrozo de enseres de hoteles turísticos y okupaciones de viviendas, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha señalado que «cualquier inmigrante que produzca violencia debe ser expulsado».
Según indican fuentes policiales consultadas por elcierredigital.com, desde el Ministerio del Interior se ha procedido a enviar dotaciones procedentes de diversas comunidades autónomas para incrementar los efectivos de la Policía Nacional, desbordados de trabajo prácticamente desde el comienzo de esta crisis migratoria hacia Canarias. Por otra parte, la asociación AUGC, Asociación Unificada Guardia Civil, ha solicitado el incremento de efectivos a la Directora de la Guardia Civil, advirtiendo de estos mismos hechos y JUPOL solicita la misma medida para la Policía Nacional.
La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, consultada por este diario digital, ha indicado su preocupación por la situación social que se está generando, señalando su solicitud al Delegado del Gobierno de Canarias, para que «mantenga la unidad de la Guardia Civil que le ha sido asignada en Mogán».
Recursos de alojamientos para los migrantes
Durante el verano de 2020, Cruz Roja Canarias proyectó la instalación de un campamento de acogida para migrantes llegados en pateras a Gran Canaria en el área del Puerto de Arinaga, un puerto gestionado por el Estado, que podría albergar la entrada de cayucos y pateras. Estas instalaciones de Cruz Roja, situadas en el municipio de Agüimes, albergaban decenas de carpas con sistema de climatización, sin embargo, este Ayuntamiento no emitió los permisos correspondientes a la ONG, que se vio obligada a levantar este recurso, poco antes de la oleada migratoria hacia el muelle de Arguineguín.
«Nadie entendió esta decisión municipal para no albergar este campamento destinado a inmigración irregular», sostienen fuentes consultadas de Cruz Roja Canarias que matizan: «las carpas de este campamento fueron enviadas a Córdoba una vez se prohibió el alojamiento en este municipio, se trasladaron a Andalucía en unos paquetes, equivalentes a unos ocho contenedores. Lo sorprendente, es que posteriormente, estas mismas carpas, volvieron a trasladarse a Gran Canaria, para montar los campamentos de Canarias 50 y del colegio El Lasso, donde se encuentran alojados inmigrantes en la actualidad, incrementando aún más el presupuesto».
El campamento de Barranco Seco.
«El coste total de cada carpa instalada asciende a 15.000 euros. Sin embargo, existen casas progresivas, cuyo importe ronda entre 1.000 a 2.000 euros, que podrían utilizarse igualmente para este cometido», discrepan de esta gestión fuentes de Cruz Roja en este medio, que insisten en «el elevado coste en estos recursos, cuya dotación, solamente en carpas, ascendería a unas 80 unidades en Gran Canaria».
Otro recurso polémico, es el recién campamento habilitado por el Ejército, denominado Barranco Seco, en una zona que estaba abandonada, que cuenta con «carpas muy antiguas, prácticamente descatalogadas, que albergan varones y mujeres. Por este motivo, los inmigrantes no desean acudir a este campamento, prefieren huir y renunciar a la atención social, antes de acudir a Barranco Seco», relatan voluntarios de Cruz Roja.
Contagios por COVID-19
Las condiciones de viaje de estas personas se aleja tangencialmente de cualquiera que de las recomendadas o regladas. De la misma forma, durante el trayecto no se guarda la distancia de seguridad ni se utilizan mascarillas. Por este motivo, algunos de estos migrantes dieron positivo en Covid-19 en las PCR que se les practicaron al llegar al muelle de Arguineguín.
En esta ocasión, fuentes consultadas de Cruz Roja Canarias, explican a elcierreditigal.com que ‘alrededor de 86 migrantes, entre varones y mujeres, dieron positivo en Covid-19, cuando llegaron al Puerto de Arguineguín, por lo que fueron aislados inicialmente, en carpas en este muelle’. Y aunque confirman que la logística establecida, separaba varones positivos de negativos así como mujeres positivas de negativas, aseguran que «existe la incertidumbre entre algunos voluntarios de si, alrededor de unos 15 varones positivos en Covid-19, cumplieron el aislamiento en estas carpas destinadas a los contagiados».