La asociación cultural Guía Se Respeta valora los esfuerzos realizados por la corporación municipal en haber escuchado las distintas demandas ciudadanas respecto a las distintas remodelaciones planteadas desde 2017 hasta ahora, siendo esta última la menos lesiva para el conjunto histórico, y mejorando su accesibilidad.
En general ha quedado bien ejecutado, demostrándose ahora una sensibilidad mayor que en las anteriores obras propuestas. Importante punto a destacar es que el quiosco con un coste tan elevado, pese a que era una necesidad para la dinamización de la zona, su acabado posmoderno no queda bien integrado en el conjunto, además de que donde está ubicado tapa el balcón de la Casa Quintana, que, se supone, pronto estará restaurado. Del mismo modo, se podría haber ubicado en la Plaza Chica y de esa forma haber ofrecido un servicio para la conciliación familiar al tener el parque infantil al lado. Por suerte es un elemento móvil que puede cambiarse de lugar y adecuarlo para que quede integrado en este lugar tan emblemático de la ciudad.
La luminaria de carácter moderno tampoco está bien integrada, pudiéndose haber elegido otros diseños con tecnología LED más acordes con el conjunto.
En cuanto a los bolardos, son unos elementos nuevos introducidos, que si bien acotan el espacio y se aprovechan para la iluminar el templo parroquial, de momento no satisfacen a la mayoría del pueblo y reducen los aparcamientos o espacios de movilidad para guaguas turísticas, y de esa forma desincentiva el turismo, el consumo y la economía.
En cuanto a la larga trayectoria de derroche de dinero público, es una realidad que desde la asociación se lamenta, ya que si se hubiese contado con el pueblo y con el Consejo Municipal del Patrimonio, la ciudadanía podría haberse ahorrado mucho tiempo y dinero, pudiendo haber aprovechado los fondos en otros proyectos cancelados, y el pueblo tiene pendientes muchos y muy importantes. Uniéndose al coste de los 735.000€ de la obra actual. ¿Cuanto ha sido el coste final de todo?
En cualquiera de los casos, la valoración final es más positiva que negativa. Los puntos negativos anteriormente citados pueden ser facilmente subsanables en un futuro, y lo importante es que la Plaza ha quedado mejor de como estaba. Pero no olvidemos que debemos aprender de los errores.
Poco a poco, la sensibilidad del grupo de gobierno ha ido cambiando respecto al Patrimonio Histórico de Guía de Gran Canaria, lo cual es de valorar, aunque aún quede bastante camino por andar.
Esta obra debe comenzar un nuevo tiempo en Guía de Gran Canaria a partir de ahora, donde el Patrimonio Histórico tiene que ser uno de los principales motores económicos y culturales de nuestra ciudad.