Sobre la isla vive un millón de habitantes entre residentes y foráneos.
Cada uno de ellos produce un CO2 compensable por 35 árboles.
Si la isla quisiera ser carbono cero, tendría que contar con 35 millones de árboles.
Cifra alta pero alcanzable, especialmente si a la masa forestal existente se añade una campaña de reforestación importante, y si a esta se sumase la reforestación urbana.
Las ciudades no arden.
Son por lo tanto un reservorio de CO2 muy importante.
Reforestarlas supone un notable incremento seguro de la masa arbolada.
Una ciudad reforestada tiene otras ventajas: reduce la temperatura de la ciudad hasta en cinco grados, lo cual lleva a mayor confort y a menor consumo. Además, mejora el paisaje cotidiano, lo que facilita la convivencia social y la autoestima del ciudadano insular.
Administrar / Reforestar
El artista alemán Joseph Beuys realizó una importante instalación en la Documenta de Kassel de 1982 proponiendo la reforestación como medida de buena administración. Situó 7.000 piedras enormes que solo podrían ser desplazadas si se plantaba un árbol por cada una. Jugaba con que en alemán ambas palabras se escriben casi igual (verwalden/verwalten). La Administración adecuada sería así aquella capaz de reforestar. Hoy más que nunca.
José Antonio Sosa
ADAPA