Faustina Arencibia Quintana, vecina de Gáldar, falleció este lunes a los cien años de edad. El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, expresó sus condolencias a la familia por la pérdida de Faustina, a la que visitó el pasado mes de junio a la residencia Genoveva Pérez de Barrial para felicitarla por su centenario en compañía de la concejala del Mayor, Dolores Delgado. El primer edil destacó de ella su «fortaleza para cuidar y sacar adelante a su familia, en especial a sus dos nietos, que quedaron huérfanos muy jóvenes». Su capilla ardiente ha sido instalada en el Velatorio de San Isidro y su sepelio tendrá lugar en La Atalaya en la tarde de este martes a las 16.45 horas.
Nacida el 26 de junio de 1922 en Cercados de Merino en San Juan de Guía, Faustina Arencibia fue a vivir a San Isidro hace 25 años, después de quedar viuda de José Rodríguez Díaz, conocido como Pepe Ramón, con quien contrajo matrimonio el 26 de septiembre de 1943. Tuvieron dos hijos, Soledad, ya fallecida, y José Juan. Con él y su esposa Carmensa, que se ha volcado en su cuidado, se trasladó a San Isidro hasta que hace cuatro años decidió ir a la residencia Genoveva Pérez por motivos de salud. Allí recibía semanalmente la visita de sus familiares. Además de con su hijo y su nuera, cuenta con cuatro nietos y cinco bisnietos.
Faustina se dedicó toda su vida a cuidar de su familia, en especial de los dos nietos que dejó Soledad por su fallecimiento. Sus más allegados destacan de ella su discreción, su colaboración vecinal y su lucha por sacar adelante a los dos nietos que quedaron huérfanos cuando eran muy jóvenes. Entre sus aficiones se encontraba el ganchillo, tarea por la que era muy conocida en San Isidro y elaboró dos manteles que se encuentran en la iglesia.