En un radiante día, el barrio de San Isidro recuperó este domingo, 15 de mayo, el día grande de sus fiestas después de dos años de suspensión debido a la crisis derivada de la pandemia de coronavirus.
Después de vivir un intenso día de víspera, en el que los vecinos volvieron a bailar los papahuevos por las calles del barrio, este domingo amanecía con el regusto familiar de las históricas citas que, hasta 2019, cada 15 de mayo congregó a vecinos y foráneos en este barrio galdense.
Los actos comenzaron desde bien temprano con la celebración de la tradicional feria de ganado junto a la Casa CIEL, que reunió a las mejores cabezas de ganado que posteriormente desfilaron ante el santo. Además, como novedad en esta edición, los vecinos pudieron visitar en su ermita del cruce de Hoya de Pineda la histórica imagen de San Isidro ‘El Viejo’, de las más antiguas de Canarias dedicada al patrón de los agricultores, y que dio origen a las fiestas que desde el siglo XVII se celebran en el municipio.
A las doce del mediodía se celebró en la parroquia la función religiosa, oficiada por los párrocos Marcos Arencibia y Manuel Reyes, que congregó a un importante número de fieles. A su término, las imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza realizaron su recorrido procesional por las calles del barrio, acompañadas por la Banda Municipal de Música de la Real Ciudad de Gáldar y la corporación municipal, presidida por el alcalde, Teodoro Sosa, y también por el presidente de la Asociación de Vecinos ‘El Labrador’, Abraham Ramos.
Una vez terminada la procesión, llegó el momento de reponer fuerzas con el almuerzo familiar, y los tradicionales ‘huevos duros’ de San Isidro, para por la tarde regresar con el jolgorio con la celebración de la batalla de flores y el concierto de Los Salvapantallas, que fue el perfecto colofón para estos días de recuperación de la vida social y reencuentro en las Fiestas Principales de San Isidro.