La Guardia Civil detuvo a dos personas por la sustracción de 42 cabras en la isla de Gran Canaria

  • Los autores de los hechos accedieron a dos fincas colindantes sustrayendo en una 35 machorras y en la otra 7 corderos en el municipio de Agüimes

 

  • La totalidad del ganado sustraído está valorado en aproximadamente 3.500 euros

La Guardia Civil del Puesto Principal de Agüimes, el pasado día 04 de agosto ha detenido a un hombre y a una mujer de 34 y 21 años respectivamente, ambos con antecedentes policiales, al varón le constan delitos por la misma índole, como presuntos autores de un delito de robo con fuerza en las cosas y un delito de hurto en dos fincas ganaderas, sustrayendo 35 machorras de una y de la otra 7 corderos, todos ellos aún sin crotal, accediendo a las propiedades durante la noche del pasado día 25 de julio.  

Conocimiento de los hechos

La Guardia Civil inició la investigación policial a raíz de las denuncias presentadas por las personas perjudicadas el pasado día 26 de julio (machorras) y el 27 de julio (corderos) respectivamente, denunciando que los autores de los hechos delictivos, para acceder a una de las fincas, tuvieron que fracturar un candado que mantenía el cable dispuesto para impedir el acceso de vehículos a las fincas, además rompieron el vallado y la malla de una zona acotada a modo de corral, donde se encontraban las 35 machorras.

Por otro lado, en la segunda finca los autores accedieron saltando la delimitación perimetral del establo donde estaba el ganado, pudiendo así sustraer los 7 corderos. 

Inicio y desarrollo de la investigación

La Guardia Civil inició las investigaciones oportunas después de comunicar uno de los perjudicados que había visto por redes sociales el anuncio de una cabra deambulando por la zona del Cruce de Arinaga, reconociéndola como suya, pudiendo recuperar el animal y posteriormente otra más por la misma localidad.

Los Agentes actuantes con los datos aportados por el denunciante, realizaron las averiguaciones e indagaciones pertinentes para la localización de los supuestos autores de los hechos delictivos. Por tanto, comenzaron a realizar una búsqueda por las zonas colindantes del Cruce de Arinaga, ya que se presagiaba que los delincuentes podrían estar escondiendo el ganado sustraído en esa zona y alrededores, lugar donde habían aparecido las dos cabras recuperadas.

Pesquisas e identificación

La Guardia civil realizó las pesquisas policiales oportunas y las diversas gestiones para el esclarecimiento de los hechos acontecidos, los cuales se percataron de la presencia en una parada de guaguas de dos personas con un amplio historial de antecedentes policiales (incluidos la sustracción de animales) en actitud nerviosa, así como la novia de uno de éstos esperándoles en un turismo, los cuales se estaban entrevistando con otra persona, el cual tenía en el mismo lugar un vehículo mixto adaptable. 

Los agentes tras realizar un cambio de sentido de la marcha, se percatan de que ya no se encontraba en el lugar el vehículo mixto, quedando aún en la zona el otro vehículo, sólo con dos ocupantes. 

Posteriormente, los agentes actuantes acuden a un Barranco del municipio de Agüimes realizando una batida por las inmediaciones, cuando al llegar a un pozo abandonado, avistan el vehículo mixto con las dos personas que se habían marchado de la parada de guaguas, transportando desde el pozo hasta dicho vehículo varias cabras.

Finalmente, en el interior del vehículo mixto adaptable, los agentes hallaron un total de 13 machorras listas para su transporte, también en el interior del pozo abandonado se localizó el resto de cabezas de ganado sustraídas, algunas bastante débiles debido a la ola de calor reinante en esos días.

La Guardia Civil se puso en contacto con los denunciantes quienes posteriormente se personaron en el lugar, reconociendo sin ningún género de dudas que correspondían con los animales sustraídos de sus fincas.Como resultado de la investigación, la Guardia Civil procedió al traslado de los animales hasta la finca de las personas perjudicadas, observando como las machorras y corderos se dirigían a sus madres y se enganchaban directamente a las ubres para saciar el hambre.