- El presunto autor de los hechos publicitaba a través de un conocido portal web, el alquiler de propiedades muy bien ubicadas a precios más que asequibles
- Exigía pagos inmediatos como reserva o primera mensualidad, utilizando en algunos casos apps como Bizum y en otros transferencias bancarias a testaferros, que no eran más que personas desfavorecidas que accedieron a facilitar al detenido sus datos personales a cambio de una pequeña contraprestación
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Las Palmas de G.C. a un hombre de 26 años de edad, con antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de estafa continuada. El mismo publicitó a través de un conocido portal web, el alquiler de propiedades muy bien ubicadas a precios más que asequibles. Exigía pagos inmediatos como reserva o primera mensualidad, utilizando en algunos casos apps como Bizum y en otros transferencias bancarias a testaferros, que no eran más que personas desfavorecidas que accedieron a facilitar al detenido sus datos personales a cambio de una pequeña contraprestación.
La investigación se inició en el mes de junio del pasado año, a raíz de las primeras denuncias recibidas en referencia a varios alquileres publicitados en un conocido portal web.
En la citada página web fueron localizadas varias propiedades ubicadas en las poblaciones de Las Palmas de G.C, Arrecife y Puerto del Rosario, todas ellas muy atractivas, ya que estaban bien ubicadas, se ofertaban a precios más que asequibles y mostraban imágenes atractivas. Los investigadores pudieron constatar la relación entre las mismas y el principal investigado, un joven de 26 años de edad con antecedentes policiales por hechos similares.
Los datos aportados por las víctimas de los falsos alquileres permitieron comprobar que los pagos se realizaron a través de apps como Bizum, en algunos casos y por medio de transferencias bancarias a favor de testaferros en otros, obteniendo un beneficio fraudulento de 15.000 euros aproximadamente.
La investigación policial determinó que los citados testaferros no eran más que personas desfavorecidas que habían accedido a facilitar sus datos personales al principal investigado a cambio de una pequeña contraprestación.
La operación policial culminó con la detención de un hombre de 26 años de edad, beneficiario final del dinero defraudado, además de otras dos personas relacionadas con los hechos como investigadas.