Un equipo del i-UNAT estudia cómo impactan estos compuestos en la vida marina
Un equipo de investigadores, adscrito al Grupo de Investigación Análisis Químico Medioambiental del Instituto Universitario de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (i-UNAT), ha publicado un artículo en la revista “Microchemical Journal”, que, bajo el título “Presencia y bioconcentración de filtros UV orgánicos en consumidores primarios marinos”, estudia por primera vez en Gran Canaria cómo los filtros ultravioletas que se añaden a determinados productos de cuidado personal se liberan en el medio marino y de qué forma se acumulan a los organismos que viven en él. Firman este trabajo Marcia Isabel Cadena Aizaga, Sarah Montesdeoca Esponda, Zoraida Sosa Ferrera y José Juan Santana Rodríguez.
Los filtros ultravioleta, que protegen a la piel de los efectos nocivos de la exposición al sol, están presentes en multitud de productos de cuidado personal, como las cremas solares. Estos compuestos orgánicos se liberan de forma continua al medio ambiente, en tal cantidad que se les considera una nueva familia de contaminantes emergentes. El estudio se propone establecer cómo son acumulados en los consumidores primarios marinos, esto es, aquellos organismos que sirven de alimento a organismos superiores, y que a su vez, se alimentan de otros inferiores.
Para llevar a cabo esta investigación se analizaron 8 filtros UV de uso muy frecuente, con presencia en consumidores primarios, recogidos en las playas de Las Canteras, Arinaga y Playa del Inglés. Todos los filtros fueron detectados, en mayor o menor medida, en los organismos analizados: pepino de mar (Holothuria sanctori), dos especies de caracoles marinos (Phorcus atratus y Stramonita haemastoma), esponja marina (Aplysina aerophoba) y liebre de mar (Aplysia dactylomela).
Los investigadores destacan la importancia de estos organismos a nivel ecológico, dado que son la base de varias cadenas alimenticias; por primera vez se ha determinado que estos organismos acumulan filtros UV orgánicos, provenientes de una transferencia desde el medio donde habitan y por ingesta, y esto les sitúa como unos potenciales bioindicadores de contaminación, especialmente valiosos en un entorno donde el turismo de playa es un motor económico tan relevante.