La imagen de Santiago de Los Caballeros salió en la mañana de este lunes en procesión por las calles del casco de Gáldar. Minutos después de que fuera declarado Santuario, las inmediaciones de la Iglesia galdense se llenaron en lo que supone un día histórico para el municipio en medio del orgullo de todos los presentes. El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa presidió junto a la corporación municipal y a los alcaldes de las ciudades hermanas de Santa María de Guía, Pedro Rodríguez, y de Machico, Ricardo Franco, la procesión cívica además del delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, los alcaldes de La Aldea, Tomás Pérez; de Moya, Raúl Afonso; de Teror, Sergio Nuez; de Arucas, Juan Jesús Facundo; de Tejeda, Francisco Perera y de Valleseco, Dámaso Arencibia. Asimismo, también acudieron Ciprián Rivas, director general de Ordenación y Promoción Turística del Gobierno de Canarias así como los consejeros del Cabildo de Gran Canaria Pedro Justo Brito, Margarita González y Ángeles Batista; autoridades civiles y militares, honores y distinciones y representantes vecinales.
A las doce del mediodía, tuvo lugar en el Templo de Santiago la Eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos Pérez, que pudo seguirse en directo desde el Santuario sin restricciones después de los dos últimos años. Asimismo, también fue emitida desde los medios de comunicación locales y redes sociales. Así, Santiago Apóstol volvió a recorrer las calles, rodeando primero su Santuario por la calle Reyes Católicos hasta la Plaza de los Guanartemes continuando por las vías Gumidafe y Guaires.
La procesión estuvo ambientada por la Banda Isleña, que abría la comitiva, y la Banda Municipal de Música de la Real Ciudad de Gáldar, que la cerraba. Santiago Apóstol, escoltado por José Mazuelos Pérez y el ahora rector del Santuario de Gáldar, Manuel Reyes Brito, continuó por las calles Andamana y Facaracas hasta adentrarse en la Plaza, donde le esperaba la multitud para rendirle culto. Ya de regreso a la Iglesia la traca volvió a sonar y su himno interpretado por la Banda Municipal y las voces de la coral Chelys Odalys, que acompañaron también en la Eucaristía, pusieron el cierre a una celebración más especial que nunca para los galdenses.