Me siento presa de las paredes, 
ruinas de mi delirio, 
eco del pensamiento. 
En esta casa que grita tu nombre. 
Las palabras se acumulan en mi garganta. 
En esa sensación de ahogo que destruye. 
Aún recuerdo esa mirada tuya 
que desnuda me hablaba
y tus pestañas acariciaban mi alma. 
Echo de menos poder verte, 
en esta distancia 
que atraviesa los latidos de este corazón mío 
cuál si un cristal obitara de frío. 
Asesinando los decesos de mis heridas. 
Son tantos días que lloro tu partida…
Siento tu olor que abraza mi desdicha.
En esta soledad oprimida de la rutina. 
Siento tu presencia a mi vera.
Y son tus manos que me hablan 
al fenecer cada mañana, mientras mis lágrimas lloran tu ausencia. 
Y en el silencio de la noche, 
desalentadas, 
mis lágrimas no te olvidan.
 
©Juani Falcón Falcón/autor