Poca cosa tendría un municipio, si pierde parte de su historia documental. El patrimonio cultural de un pueblo, no solo son los edificios y las calles protegidas por el Plan Especial de Protección del Casco histórico (PECH), sino además es el patrimonio histórico documental. Legado de un municipio a generaciones venideras de lo que hemos sido y el porqué de lo que somos. Si tan importante es proteger nuestro PECH, también lo es y casi en mayor medida, preservar nuestro legado documental, nuestra historia escrita que en este municipio es de una riqueza incalculable.
El archivo municipal está en un edificio dentro del conjunto histórico de la villa de Teror siendo el inmueble propiedad municipal. En la actualidad se encuentra en un estado lamentable, con humedades, paredes agrietadas, goteras que se amortiguan con un barreño de plástico, árboles caídos tras las pasadas lluvias sobre el inmueble, que nunca se han recogido, techos rajados y que filtran agua, archivadores de cartón empapados de humedad y moho, documentos cuasi mojados, etc. A todo ello se une la falta de digitalización como medida de protección y prevención de la perdida documental, la falta de rehabilitación del inmueble de patrimonio protegido, pero sobre todo a la incapacidad de los que nos gobiernan para creer que esto es importante.
El gobierno municipal conformado por dos fuerzas antagónicas es incapaz de mantener y custodiar el patrimonio documental de todos los terorenses, poniendo en serio riesgo ese patrimonio. Parte de nuestra historia sufre el abandono más absoluto, la desidia se ha apoderado de un gobierno obsoleto y rancio, más preocupado por los postureos continuos sin contenido, que por una gestión eficiente del legado de un municipio con tanta solera.
“¿de que nos vale jornadas del patrimonio todos los años, si luego el abandono se ceba con nuestra historia documental?”. “Su concejal Henoc Acosta está más preocupado de su propia carrera musical que de preservar la historia cultural del municipio.” Afirman los nacionalistas de Nueva Canarias en la Villa.
La historia personal de un pueblo se ve reflejada en los documentos de cada época, en las altas y bajas, en los nacimientos, en los matrimonios, en las propias defunciones, además de los hechos históricos narrados por los escribanos y sus cronistas.
Cronistas, singulares como Néstor Álamo nos dejó su legado en la música y en la narrativa histórica, Vicente Hernández Jiménez con ese celo por preservar el patrimonio escrito y ese rigor histórico narrado objetivamente y el propio José Luis Yánez en nuestros días, por su afán de hacer asequible y llegar al gran público acontecimientos históricos relevantes de la Villa a través de sus publicaciones en el periódico de la Provincia.
En palabras de la nacionalista Isabel Guerra, “la responsabilidad última es del máximo dirigente popular Sergio Nuez, que aun a sabiendas no ha tenido en cuenta la inversión necesaria para la digitalización documental y la preservación del edificio en los presupuestos.
Desde Nueva Canarias Teror, queremos poner el acento en el patrimonio histórico, rico en vivencias, de un municipio de los más antiguos de Canarias, un fondo documental que requiere inversión en la digitalización de los documentos y en la rehabilitación del inmueble que está protegido dentro del PECH.