¿Qué pasa en mi pueblo? por Manuel Melián

Llega el fin del mandato, se acercan las elecciones y, con ello, comienzan a fluir los acontecimientos en el.
 
Los descontentos tardíos de quienes se han caído del poder, por las razones que fuesen, y que ahora se dan cuentan que han estado abducidos y liderados con formas autocráticas, según manifiestan, ya no uno, sino tres, han propiciado el debate entre una ciudadanía desprevenida y descreída. ¿Qué más nos faltará por saber de aquí a mayo?.
 
Desconciertan las cosas que dicen y que han apoyado con su voto, personal e intransferible, haciéndoles corresponsable de lo acontecido. Les quiero y respeto mucho por el tiempo compartido y vecindad, pero no llego a entenderles. Algo más que anunciar que quieren seguir al servicio publico han de decir para convencer.
 
Está claro que se tiene que acabar con las «Políticas de Cartón Piedra» de las últimas décadas, que se tienen que llenar de vida nuestras tierras y calles para recobrar la de otros tiempos. Hacer, enlucir y pintar está bien, pero no basta. Hay que hacer y enlucir con cabeza, pero proyectar y pintar, pintar, hay que hacerlo con las gentes, con esa participación ciudadana que se ha negado, una y otra vez, sí, también con sus votos.
 
A todas estas, El Señalado tiene la obligación de explicarse, pues no son aquellos de la Oposición trepadora y obstruccionistas quienes le adjetivan, son de los propios.
 
Es bueno que se hable de politica en una democracia, también de sus políticos, deben saber que estamos atentos.