Es necesario saber cuándo se acaba una fase de la vida. Esto se debe a que no habrá motivación, ni alegría, ni emoción después de hacerlo durante mucho tiempo.

Mientras vivas en el presente con deseo o culpa por acciones pasadas y te describas como una herramienta de manipulación o te veas pequeño, nunca cerrarás ese capítulo. Lo que pasó es parte del pasado y hay que dejarlo ir o no. Criarlos en el momento más inesperado significa que tienes karma en ti. Incrustado en tu corazón, alma, como residente en algún rincón de tu mente.

No puedes fingir un cambio por fuera si por dentro llevas ropa vieja de ayer, desteñida y desgastada por el tiempo. Para simbolizar algo, aún no has cerrado esa puerta. Tienes que pasar por un proceso de afrontamiento. Da vuelta esta página, vive en el presente, planifica para el futuro, no tengas miedo, no te arrepientas. No esperes que te reconozcan por lo que eres, así como no juzgas quien te perdona o te perdona. Borra lo que te molesta, sé honesto, empieza por ti mismo y luego por los demás.

Tal vez no sea demasiado tarde para darte cuenta de que las partes de tu vida que crees que son malas son el resultado de acciones pasadas. Todos pagamos un precio por nuestras acciones, sean buenas o malas, resulten en castigo o recompensa. La vida te recompensará con el bien o el mal. No menosprecies ni desperdicies el amor que te dan, y no albergues tristeza, pena o malos sentimientos. Aprende a apreciar a los que te rodean y no dejes que la ira te gobierne. Recuerda que las emociones que rechazas hoy serán necesarias al final de tu vida.