Trato inhumano a los pacientes en el Hospital Insular

La dirección de este periódico revisó la llamada de una amiga Yolanda Barquín para comentarnos de un caso ocurrido en su persona en el Hospital Insular.

Su hermano ingresó el pasado martes 26 abril en el Hospital Doctor Negrín con una GASTROENTERITIS SEVERA. Estaba muy mal.

Le diagnosticaron «Gastroenteritis aguda VS enfermedad inflamatoria intestinal» a estudio, muy descompensado clínicamente y con marcadores como la PCR a 316.

Pero su hermano pertenece al CONO SUR (Hospital Insular) y lo trasladan allí.

Entró al servicio de URGENCIAS y a pesar de que su protocolo autoriza a pacientes vulnerables a tener compañía (en su caso esquizofrenia paranoide), le dijeron que aún no podía pasar (por orden médica) porque había CAOS.

Esperó una hora, y al final, por supuesto entro.

Su enfermera le comunicó que no daban información porque «no era su paciente».

Que era un paciente «periférico» ya que pertenecía a digestivo. Yolanda le recordó (puesto que ella también era enfermera) que todo paciente sobre el que tenemos actividades, tenemos responsabilidades.

Así mismo ella le pidió hablar con la Doctora Raquel Sequeira, que en este caso era su doctora, en el módulo A, pero esta se negó.

La médico en cuestión le mando al chico de prácticas a decirle que se tenía que ir.

Ella por supuesto se negó, porque en un paciente como Yeray, (que así se llama el hermano de Yolanda), que no tiene capacidad de entender ni comprender, Yolanda está en el derecho de ser informada.

En vistas de que ella no se iba, apareció la doctora para decirle personalmente que ella no tenía que informarle y que se fuese.

Yolanda le dijo que primero hablase y luego hablaría ella.

La doctora le dijo que «no tenía nada que hablar» y tuvo la osadía de llamar a seguridad, para que la echaran, como si de un perro se tratara.

Raquel Sequeira, poco profesional como médico y como compañera, poco humana (por supuesto Yolanda entiende que habrá gente que la defienda) pero ella vio su trato personal en la hora que estuvo allí, y como le dijo “Si no tienes vocación, ni empatía ni buen trato con tus propios compañeros, mejor deja tu profesión”.

Yolanda se informó (porque en ese sector muchos se conocen) y verdaderamente todas las referencias fueron malas.

Ella dado que el personal de seguridad insistió en que le sacaría, y viendo a su hermano, para no ponerlo más nervioso decidió abandonar la habitación.

Realizó una reclamación por el trato dispensado.

Yolanda nerviosa llamo a la policía, pero le informaron que en temas hospitalarios no se meten.

Su hermano Yeray se quedó solo toda la noche y parte de la tarde, ella insiste en que el protocolo autoriza a tener un acompañante dadas sus condiciones.

Al día siguiente ella tendría que esperar a que el médico la autorizase, ante esto muchos se dirán, «claro hay que esperar», pero Yolanda insiste que en este caso no hace falte, «no es JUSTO ni LOGICO, ni se entiende que un paciente que debe y tiene que estar acompañado, se tenga que esperar a que pasadas 24 horas, alguien te dé un PERMISO, que además nunca llegó» .

Para rematar la instancia en el Insular, su doctor de digestivo en planta, al ver a Yolanda le dijo:

«¿Por qué está este señorito (Yeray) ingresado?, No lo entiendo. Si viene por una simple diarrea. Mañana se le da el alta».

El doctor al ver la reacción de Yolanda decidió realizarle las habituales preguntas, donde tenía dolor, cuantos días llevaba con fiebre, cosa que debió hacer cuando lo vio horas antes estando solo.

Por no estar conforme decidieron pedir ALTA VOLUNTARIA y Yolanda volvió a llevarlo al Negrín, donde le hicieron más pruebas ya que no lo veían en condiciones para darle el alta, y donde quedó ingresado 5 días más.

Yolanda se pregunta ¿Con qué calidad están tratando a los pacientes? Y desde la dirección de este periódico nos hacemos la misma pregunta.

Yolanda nos cuenta las miserias que se ven en URGENCIAS, pacientes mayores y demenciados solos, por unos protocolos que no se cumplen y en muchas ocasiones por la comodidad que supone que el familiar «no moleste». Ya han pasado 2 años. En las calles tenemos «fase 0» y en el hospital tantas limitaciones. «¿Se les olvida que el acompañamiento a los pacientes es también parte de la recuperación?

Ella misma lo vivió.

Por supuesto, todo esto consta en el hospital, con las gestiones pertinentes así nos lo confirma Yolanda y que Las horas que YERAY pasó solo, NO CAERÁN EN SACO ROTO.

Solo pide a buena gente del CONO SUR que no se callen y exijan sus derechos.