UNIDOS por Gran Canaria apuesta fuerte en Santa Brígida y presenta a José Miguel Bravo de Laguna a la alcaldía

  • José Miguel Bravo de Laguna aspira a ganar las elecciones, como ya hiciera, en dos ocasiones, el presidente de Unidos por Gran Canaria, Lucas Bravo de Laguna, que sacó los mejores resultados de la historia del municipio. 

El comité electoral de Unidos por Gran Canaria ha decidido, en reunión mantenida en la tarde de ayer, designar al fundador del partido, José Miguel Bravo de Laguna, como candidato a la alcaldía de Santa Brígida, en lo que es, sin duda, una apuesta fuerte para obtener la victoria en el municipio satauteño.

José Miguel Bravo de Laguna es, sin duda, el político activo con mejor currículum de Canarias, licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y primero de su promoción en la Escuela Oficial de Periodismo, es Abogado del Estado desde 1973. Inició su carrera política en 1977, cuando es elegido diputado nacional, convirtiéndose en diputado constituyente, defendiendo la mención especial al Régimen Económico y Fiscal de Canarias en la Constitución de 1978. En 1979 vuelve a ser elegido diputado, siendo nombrado Subsecretario de Presupuesto y Gasto Público del Ministerio de Hacienda por Leopoldo Calvo Sotelo, que sustituyó a Adolfo Suárez tras su dimisión. En ese mismo año vive el episodio más desagradable de su vida política, al encontrarse, aquel 23 de febrero, en el Congreso de los Diputados en el momento en el que el teniente coronel Tejero asalta el Congreso, al mando de un nutrido grupo de guardias civiles, en el intento fallido de Golpe de Estado. En 1982 repite como diputado, siendo elegido Presidente Cuarto de la Mesa del Congreso hasta 1986, siendo, a día de hoy, el único canario que ha presidido sesiones del Congreso. En 1986 es elegido nuevamente diputado, hasta 1989, año en el que, anticipadamente, concluye esa legislatura.

En el Congreso protagonizó más de 1500 intervenciones parlamentarias y fue ponente en la elaboración de todos los Presupuestos del Estado de esos doce años, además de otras leyes de gran importancia, como el Estatuto de Autonomía de Canarias, el Estatuto de Radio Televisión Española, la Ley de Financiación Pública, la Ley de Costas y la Ley de Sociedades Anónimas.

En 1991 pasa a la política autonómica, siendo elegido parlamentario. Repite en 1995, siendo también elegido Presidente del Parlamento de Canarias. En 1999, pese a haber conseguido un buen resultado electoral, decide dimitir como presidente de su partido, pero vuelve a ser elegido Presidente del Parlamento de Canarias. Tras estos cuatro años, deja la política y vuelve al ejercicio de la abogacía.

Ocho años permaneció fuera de la escena política, porque, en 2011, vuelve para presentarse a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria, obteniendo una gran victoria, a un solo escaño de la mayoría absoluta, y convirtiéndose en Presidente de la institución insular. Tras cuatro años de buena gestión, y cuando todas las encuestas le daban una holgada victoria, el presidente del que por aquel entonces era su partido decide presentar a otra persona en su lugar, por lo que Bravo de Laguna decide crear un partido que continúe la senda de trabajo marcada durante su mandato, fundamentado en la defensa de Gran Canaria, y se presenta con esta formación, Unidos por Gran Canaria, obteniendo un resultado extraordinario – cuatro consejeros – pese a haber transcurrido solo dos meses desde la fundación de su nuevo partido.

Repite al frente de Unidos por Gran Canaria en 2019, manteniendo una buena representación en el Cabildo, convirtiéndose en la única oposición activa al grupo de gobierno, y realizando innumerables propuestas para el desarrollo de Gran Canaria, entre las que destaca la candidatura de la isla para ser una de las sedes del Mundial de Fútbol de 2030.

En 2021 deja la presidencia de Unidos por Gran Canaria, al entender que el partido necesitaba savia nueva. Un renovado equipo, al frente del que se situaba Lucas Bravo de Laguna, y con destacados nombres como Carmen León, Enrique Hernández Bento y Carmen Guerra, toma las riendas del partido.

Ahora, a petición de los miembros del Consejo de Dirección de Unidos por Gran Canaria, ha aceptado la candidatura a la alcaldía de su municipio de residencia, Santa Brígida. La dirección del partido ha fundamentado la decisión en dos argumentos: por un lado, en el gran tirón electoral de Bravo de Laguna, constatando que, cuando ha sido candidato de su partido al Cabildo, ha sacado en el municipio un resultado muy superior al candidato por su partido a la alcaldía, incluso el doble de votos, y, por otro, en lo que supondría para Santa Brígida tener un alcalde de la talla de este coloso de la política.

A nadie escapa la importancia de este municipio para la formación grancanaria, entre otras cosas, porque su presidente, Lucas Bravo de Laguna, ha sido el alcalde más votado de la democracia, sacando el mejor resultado que ha conseguido un candidato en la historia del municipio, y siendo uno de los dos únicos en conseguir la mayoría absoluta, y con muchos más votos que el otro alcalde que lo logró, allá por los años 80.

José Miguel Bravo de Laguna ha bromeado sobre este dato indicando que “se trata de un reto personal, y que aspira a ganar esta contienda familiar y superar aquella mayoría aplastante de Lucas Bravo de Laguna”, continuando con una sentida reflexión, “Santa Brígida lleva ocho años asentada en el inmovilismo, y es un municipio con muchísimas posibilidades”.

La de José Miguel Bravo de Laguna es la tercera designación electoral de Unidos por Gran Canaria, tras la de Enrique Hernández Bento a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, en la novedosa fórmula de tándem, con Carmen Guerra, y José María Ponce a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria. El presidente del partido grancanario ha asegurado que, antes de que acabe el mes de febrero, habrán elegido a todos los cabezas de lista.

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