Se fue José María Carrascal, el maestro de los opinadores

Un grande de la información. El pasado día 3 fallecía en Madrid el periodista José María Carrascal a los 92 años. Mi recuerdo se centra en los años 90 cuando estuvo 8 años presentando el informativo de noche de Antena 3. Se ganó la popularidad y la credibilidad. Ese tesoro tan buscado por los opinadores empedernidos. Entre ellos, obvio, yo. Porque ese fue su secreto, dar las noticias y opinar sobre ellas. Para los lectores que me leen y son más jóvenes, les contextualizo. En aquella época, y en la mayoría de las cadenas, los informativos carecían de tintes moralizadores evidentes. Bueno, subliminales sí, siempre, por supuesto. La información es poder y nadie sucumbe a los cantos de sirena. La credibilidad la ganaban las cadenas de televisión generando unos informativos (Telediarios) en los que la seriedad quería demostrar veracidad. Todo se media para que fuera correcto y formal.

José María comenzó los estudios de Filosofía, pero, sin acabar; se trasladó a Alemania donde estuvo dando clases de español. Allí empezó a trabajar como corresponsal de los periódicos Diario de Barcelona y Pueblo, que lo traslado a Nueva York en 1966; donde empezó a colaborar con ABC, con Televisión Española y con la emisora de radio de Antena 3.

                Y se volvió a España en 1989, empezando a presentar el programa de televisión:  “Noticias a las 8” en Antena 3. Su peculiar sentándose encima de la mesa para dar su opinión final le reportó una audiencia masiva. ¿lo recuerdan? Lo que en realidad hizo fue trasladar el formato informativo que se daba en los Estados Unidos y crear una tendencia hacia algo nunca visto en nuestro país. Se adelantó a los tiempos y eso es un mérito que se llevó hasta el final. Eso y el cariño de la gente. Porque mira que es difícil hablar de política y no caerle mal a alguien. Bueno, quizás es porque aquella España de los 90 no era un país lleno de “ofendiditos” como el de ahora. Su legado queda en todos los periodistas que intentaron imitar al más grande.

Escuchar en el podcast:

Rafael Amargo, bailando con la más fea, a la espera de juicio

Reconozco que no soy muy amante de la danza, aunque he producido y colaborado con mis proyecciones audiovisuales en algunas obras. Pero, sobre todo, recuerdo; allá por el 2005, ver una obra de él en el marco del Festival de Teatro y Danza de Las Palmas de Gran Canaria. Una obra de este artista junto a La Fura del Baus no había que perdérselo. “Don Quijote… un pasajero en tránsito” se titulaba. Aburrido en mi butaca, no me estaba gustando, pero tampoco me extrañaba. Ya dije que no es lo mío y cualquier cosa que se aleje del rocanrol me cuesta. Pero, cuando desde mitad de la obra, la gente empezó a marcharse, me di cuenta de que el esperpento no lo estaba sintiendo yo solo.

Pasaron dos años. El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife decidió hacer un evento que fuera internacionalmente reconocido. Puso de director de la Gala de la Reina al reputado bailarín (por lo menos, en aquella época, lo era). La cosa acabó con el ayuntamiento valorando si le pedía daños y perjuicios. Como les cuento. Su arrogancia y la falta de haberse informado de los que es el “sagrado” carnaval de estas islas, lo llevo al desastre. Bueno, eso y que enchufó en su gala ¿internacional? a todos los personajes representados por el clan Mohedano. Belén Esteban imitando a Madonna recibió los primeros silbidos que no fueron los últimos.

                Pero lo que indignó a la población tinerfeña fue la rueda de prensa en la que afirmó que en su gala no actuaría ninguna chica “gordita”. ¿Perdona…? En las islas Canarias siempre se ha estado orgulloso de sus mujeres, de su dignidad por encima de los kilos y de ver que las chicas con sobrepeso bailan en las comparsas desde niñas y, a veces, mucho mejor que las modelos que quería imponer el bailaor. Esa falta imputable solo a un ignorante (porque ignoraba lo que era esa fiesta y se metió a dirigirla) lo llevó a ser persona declarada non-grata en las Islas.

                Ahora, les juro que me da pena el declive en el que se encuentra. Una persona que lo tuvo todo y que ahora se arrastra por el fango nunca me va a divertir. No lo conozco, pero si me pidiera ayuda la tendría de verdad. Pues, verlo en la cárcel me impacta. Como artista no lo valoro. No me gustó el día que lo vi, porque no me gusta la danza. Quizás fuera un genio zapateando, pero la cabeza no ha demostrado tenerla tan templada. Un juicio por tráfico de drogas tiene pendiente para el mes de abril (del que quizás salga absuelto y solo sea un consumidor más como muchos españoles que creen que ahí está el secreto de la felicidad) y por el que se enfrenta a una pena de 9 años de cárcel. La jueza le impuso una fianza y la obligatoriedad de ir al juzgado cada 15 días mes para evitar el riesgo de fuga a otro país. Reiteradas faltas a la cita alegando la fobia que le tiene a la prensa que está esperando que llegue para asediarlo, no convencieron a la judicatura y decidieron recluirlo para evitar una posible huida. Al final va a ser verdad, como dice Xavi (el entrenador del Barça) que la culpa la tiene la prensa.

Escuchar en el podcast:

El WOMAD de las Palmas de Gran Canaria cierra 4 días impresionantes

Treinta años, ya, del festival WOMAD (World of Music, Arts and Dance – Mundo de música, artes y danza) en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria desde aquella primera edición en 1993. A partir de esa primera vez, he sido fiel público. De hecho, me pido los días libres para no tener trabajo durante todo el grandioso evento. Veo todos los conciertos que mi cuerpo me deja y las películas de la sección de Cine Africano que organiza Casa África. Este año, destaco la película de mi amigo Armando Ravelo “Érase una vez en Canarias” y el documental “Coconut head generation” del director nigeriano Alain Kassanda.

                Para mis lectores de fuera de las islas, les cuento cual es el “alma” de este festival. El mestizaje de los pueblos siempre ha hecho avanzar las sociedades. Solo, las que no tienen estímulos externos, se estancan. La globalización nos acerca a la mezcla de las razas y el WOMAD es un aporte a la fusión de culturas, de ritmos y de formas de entender la vida. Por eso, el esfuerzo de la programación de los grupos que actúan en este festival es el de mezclar, innovar y apostar por artistas que no se conforman con lo que hay e investigan en nuevos estilos y combinaciones en busca de nuevas propuestas.

                Festival creado por Peter Gabriel. Sí ese mismo, el cantante de Génesis. Con una primera edición el 1982 en el Reino Unido, también se celebra en Cáceres, Santiago de Chile, Adelaida (Australia), New Plymouth (Nueva Zelanda), Abu Dhabi (Emiratos Árabes) y Sicilia (Italia). En Canarias se oficia en noviembre. Quizás sea el único festival europeo que se celebra este mes a cielo descubierto, aprovechando la singularidad del clima canario bastante cálido en esta época del año.

                La programación de la edición 2023 es de las que más me han gustado en las últimas ediciones a las que asistido. Diré, que la del año pasado fue la única que me perdí, por estar de gira por México promocionando mi primera novela. Lo que creo que hemos podido disfrutar este año ha sido verdadero espíritu WOMAD. Dos escenarios, cuatro días. Esta edición se trasladó desde el céntrico Parque Santa Catalina, donde llevaba tantos años ubicados, para hacerlo en el Parque del Rincón en la idílica Playa de Las Canteras. Los conciertos han sido acompañados con Talleres de baile de danza jamaicana o de afrobeat, clases de decoración de día de muertos mexicano, de especias del mundo o la presentación del libro “Palabras para todas” donde se leyó uno de mis relatos cortos.

                Ya que nombrarles todos los grupos que actuaron es una armada, les contaré; entre las cosas que pude ver, las que destaco por encima de todo. Les recomiendo que busquen y escuchen. El jueves, la costamarfileña Dobet Gnahoré marcó un ritmo fuerte de percusión, danza y una voz fusionando ritmos afropop con tintes europeos adquiridos por su residencia en Francia. El viernes pude sorprenderme de The Mauskovic Dance Band, una panda de jovencitos de Países Bajos que hicieron una extraña propuesta de un tecnodance rozando la psicodelia y mezclado con ritmos nigerianos que aprendió Nicola Mauskovic en bandas anteriores de las que ha formado parte. Y el plato fuerte que todos esperábamos: Asian Dub Fundation. Ya estuvieron en el festival en 1999 y la gente que los recordábamos no queríamos perdérnoslo. Y no defraudaron. Impresionante. Esta banda mezcla integrantes surasiáticos y británicos para combinar su rap contundente y hasta, a veces, frenético rap punk-electrónico con reggae y ritmos más surasiáticos.

                El sábado me lleve la mejor sorpresa de este año. De hecho, llevo todo el día escuchándola en Spotify. La norteamericana Sammy Rae and the Friends me dio un vuelco con la primera canción. ¿Saben eso de cuando intuyes, al verlo, que te lo vas a pasar bien? Pues eso mismo. Fue amor a primera oída (y vista). En la primera entrega de su concierto logré identificar sones de blues, jazz, funky y hasta folk. Imprimiendo un caos a las canciones que pasan de unos ritmos a otros impulsando un compendio revoltoso que puede saltar de una balada a un rock explosivo en una misma pieza. No se pierdan a esta artista porque va dar mucho que hablar en el panorama indie.

                El domingo no pude asistir porque tenía que hacer la crónica del Concierto de la gira de presentación del nuevo disco de Revolver. Pero, eso es otro cantar… y nunca mejor dicho.

Escuchar en el podcast: