LOS PREMIOS NOBEL, CONTRA LA OPRESIÓN, PREMIANDO A NARGES MOHAMMADI.
Como es tendencia en las últimas elecciones, el premio Nobel de la Paz se ha otorgado teniendo en cuenta la figura de personas que dan su vida en los conflictos por la igualdad de derechos. Este año, para mí, merecido, se le otorga a la iraní Narges Mohammadi encarcelada por el régimen de Teherán en la cárcel de Evin. Su condena de 10 años ha sido ampliada tras la publicación de su libro “Tortura blanca” en la que cuenta las experiencias de 14 mujeres (incluida ella misma) que están encarceladas y donde sufren torturas y vejaciones. Hace poco ella misma desvelaba que no se le dio atención médica por su negativa a ponerse hiyab en el traslado al centro hospitalario.
El Premio Nobel de la Paz es el único que no se entrega en Suecia, se realiza en Oslo y, según la presidenta del Comité Noruego, Berit Reiss-Andersen; la periodista iraní se hizo acreedora premio “por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su litigio para promover los derechos humanos y la libertad para todos”.
Hoy, a través de su esposo y sus dos hijos exiliados en Francia, asistentes a la ceremonia; han comunicado el inicio de una huelga de hambre de la activista. Cosa que, por supuesto, será seguida por la prensa internacional a la que estos premios han puesto en primer orden de visibilidad. Yo me declaro, por siempre de los siempres, en contra de las dictaduras teocráticas que son caldo de cultivo de los radicalismos que estamos viendo en la actualidad. Sigo sin entender que en pleno siglo XXI, con la globalización y todas estas cosas que nos abren la mente, todavía haya gente que piense que las personas tengan que tener unos derechos por encima de otras y menos serlo por sus creencias religiosas. Ante eso… tolerancia cero. Desde mi humilde blog, le mando mis más sinceras gracias al jurado de los Nobel.
EL ARTISTA PEPE DÁMASO CUMPLE 90 AÑOS CON GANAS DE SEGUIR CREANDO
Hace un par de semanas coincidimos en la presentación del libro-catálogo del cineasta vasco y mi maestro, Ramón Saldías. El director de cine había sido el responsable de la filmación de la película del artista grancanario “La umbría”, un icono del cine artístico que traspasó las islas para ser obra mundialmente reconocida. Me encantó charlar y ver que, a pico de cumplir los 90 años, cosa que hizo ayer; estaba tan lleno de ánimo y de ganas de seguir creando.
Nacido en Agaete, localidad costera del norte de Gran Canaria, cursó estudios de arte y oficios en Madrid hasta que en 1955 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla. En los años 70, es reconocida la simbiosis con el artista lanzaroteño César Manrique, fundando juntos el Centro Polidimensional El Almacén en la isla conejera. En 1992 fue el encargado por el Gobierno de Canarias de la dirección artística del pabellón de las Islas Canarias en la Expo’92 de Sevilla.
Sirva este reconocimiento, como mi homenaje personal a uno de nuestros artistas más internacionales. Que me siento orgulloso de que, a los 90 años, cuando coincidimos, me pregunte por mis proyectos con una intensidad que le emociona. Me encanta la gente que, por su sencillez, me hace sentir cómodo. Tengo pendiente una visita a su casa. Ya se las contaré. ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!, maestro.
POR FIN, UNA LEY QUE REGULE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Está claro que hay gente que vemos los peligros. Por un lado, las libertades y por otro las regulaciones. Muchas veces están en posiciones diametralmente opuestas. Que llegara la era de la inteligencia artificial era un secreto a voces. Sólo una cuestión de tiempo. Dotar a las máquinas de autoaprendizajes optimizaría las aplicaciones hasta límites que quizás, ahora, no nos hayamos dado cuenta de dónde está el límite. Y, ya puestos, qué las máquinas piensen, da miedito. Y mira que hemos visto películas catastrofistas en ese aspecto. Las máquinas que se rebelan contra los humanos es ciencia ficción ¿por ahora? Nunca me canso de ver “2001: Odisea del espacio” de mi maestro Stanley Kubrick. El ordenador HAL 9000 empieza a tomar decisiones propias para lograr su supervivencia, cuando entiende que va a ser desconectado.
Está claro que la Inteligencia Artificial que tenemos ahora, no llega a esos límites, no me pongan la etiqueta de “alarmista”, todavía. Quizás, el peligro más inminente va a ser la gran perdida de puestos de trabajo. Ya hicieron huelga los guionistas de Hollywood al ver como los guiones que antes escribían ellos, serían reemplazados por algunos hechos por máquinas directamente. También los dibujantes, editores de video, locutores, publicistas, ingenieros programadores de cadenas de montaje y un largo etcétera verán riesgos en una revolución que puede acabar con reconversiones en ciertos sectores profesionales.
Pues ya la Comunidad Europea ha puesto la primera piedra en la regulación de esta evolución promulgando una Ley de Inteligencia Artificial con la que se permitirá o denegará su uso por parte de la tecnología en base al peligro que represente para las personas. Está claro que internet es un cúmulo de datos sobre cada uno de nosotros. Que nos “tienen fichados” es un hecho que, a mí, me parece irrefutable. El problema es lo que hagan con esos datos. Ese es el peligro. Por ello, una de las principales controversias para sacar esta ley ha sido la de los reconocimientos faciales y biométricos y el uso que se dé a los datos. La negativa del parlamento europeo a permitir este tipo de reconocimientos en tiempo real dividió a los gestores hasta el punto en que se llegó a un acuerdo que determina que los países sólo puedan permitirlo en caso de que esté en juego la seguridad nacional. Quedan todavía muchos parámetros por evaluar, pero me da que será a medida, como siempre hemos hecho los humanos, con la ley del “ensayo-error”. Ahora sacan esta ley y la irán corrigiendo a medida que se vayan dando cuenta de que falla por algunos sitios. Al tiempo, me dirán.