Gáldar vive la Plegaria del Agua a San Sebastián en una jornada marcada por la lluvia

Gáldar vivió en la tarde-noche de este domingo la Festividad principal de San Sebastián con una eucaristía en el Santuario de Santiago y la tradicional Plegaria del Agua en una jornada en la que se tuvo que cancelar la procesión de retorno de San Sebastián, San Amaro y San Buenaventura a su ermita debido a la lluvia. Por ello la Plegaria, este año a cargo del párroco Don Marcos Arencibia, se celebró en el mismo Templo, que acogió a su vez la actuación de la Banda Municipal de Música de Gáldar.

Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, señaló que «la tradición marca que sea alguien vinculado al barrio quien haga la Plegaria del Agua pero Marcos Arencibia se ha ganado el honor y el prestigio de ser un galdense más y no nos hemos equivocado ya que la lluvia ha sido una realidad y no una plegaria. Estos días San Sebastián nos ha escuchado», indicó el primer edil, que pidió a San Sebastián, también protector de las epidemias, «que riegue los campos y que frene la pandemia del coronavirus».

Julio Mateo Castillo, concejal de Cultura y Fiestas, recordó que las Fiestas Principales de San Sebastián se remontan al siglo XVI y son de las más antiguas de la ciudad, motivo por el que tiene dicha categoría, y con las que comienza en el municipio el año litúrgico y cultural. «Dejamos atrás el doble Año Jacobeo con la satisfacción del deber cumplido, con este Templo declarado Santuario Diocesano y con la primera fase de los techos ya restaurados por el Cabildo de Gran Canaria», subrayó el edil, que presentó a Arencibia como «una persona que a pesar de su juventud acumula a sus espaldas años de experiencia en sus funciones como párroco en este municipio, especialmente en San Isidro, Barrial y Sardina, y se ha ganado el cariño de todos los galdenses».

Marcos Arencibia dio las gracias al Ayuntamiento por darle este honor y leyó varios versículos de la Biblia centrados en la petición del agua y en la Palabra de Dios. Además, reflexionó sobre la necesidad y la escasez del agua en una isla rodeada del líquido elemento. «Pedimos que Dios nos bendiga con lluvia serena que fecunda nuestra tierra para el campo, la lluvia nunca es poca si viene serena», aseguró.