El activo gestor cultural y gran poeta Manuel Díaz García, director del espacio “Poesía viva de la Atlántida” tuvo la hermosa idea de cerrar el año 22, el día 30 de diciembre, con un recital poético en la Bodega Los Lirios. El acto se llamó Delirios Nights y fue para mí un precioso reencuentro con escritores que hacía tiempo que no veía.
El cubano Manuel Díaz Martínez nos emocionó con un precioso poema dedicado a su perro difunto, Olivia Falcón, como nos tiene acostumbrados, recitó dos poemas muy breves y contundentes. Berbel pautó un poema donde reivindicaba la libertad y los derechos humanos.
Nos sorprendió Luis León Barreto leyendo unos versos -bellos versos- de un poemario editado ya hace muchos años. Rosario Valcárcel rememoró Todoque, un barrio de La Palma desaparecido por el volcán. Roberto Toledo Palliser recitó un poema que me encanta, donde recuerda a su abuela y sus legados: las historias narradas, el cabello de ángel, el aroma del café… Eduardo García Benítez nos enredó en su fuente de metáforas y versos bien construidos. Rubén Mettini, el que escribe esta breve reseña, leyó un poema que habla del tapiz que vamos tejiendo con nuestras horas de vida. Y por fin, Manuel Díaz García sorprendió con un poema de su libro a punto de publicarse donde homenajea el postismo, versos construidos con ditirambos y retruécanos. No puedo obviar la presencia esencial de Sandra Benítez Espino y de Esteban Rodríguez García que se encargaron de grabar este acto.
La noche estuvo llena de magia poética y de calidez por el reencuentro de amigas y amigos tan queridos. La Bodega Los Lirios es un espacio hermoso en Santa Brígida. El interior, de colores muy claros, alberga una pequeña exposición de pintura y acumula objetos antiguos como dos pianos añejos, armarios de madera noble, molduras, etc. En el espacio exterior una serie de mesas redondas con asientos altos invitan a tomar unas tapas o beber una copa. La atención es espléndida. Recomiendo descubrir este lugar que, para mí, fue una sorpresa.