La política, en su esencia, debería ser un instrumento para el bienestar social, la justicia y el progreso comunitario. Sin embargo, en muchos casos, se convierte en un espacio donde las promesas se desvanecen en el aire, dejando tras de sí decepción y desconfianza entre los ciudadanos. Santa María de Guía, un municipio emblemático de Gran Canaria no es ajeno a esta realidad. A través de un análisis reflexivo, es posible entender cómo las promesas políticas a menudo se traducen en meras ilusiones.
En los últimos meses, Santa María de Guía ha sido escenario de diversas contiendas políticas. La moción de censura al anterior alcalde, Pedro Rodríguez, ha traído consigo una serie de propuestas que, en teoría, podrían transformar la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, el cumplimiento de estas promesas ha sido por el momento escasos. La falta de tiempo, seguimiento y evaluación de promesas anunciadas genera una atmósfera de escepticismo, en la que los ciudadanos empiezan a cuestionar la sinceridad de sus representantes, aunque insisto aún es muy pronto.
Cierto es que con 5 partidos políticos en el grupo de gobierno es difícil el entendimiento y más cuando algunos tienen un actitud no deseada.
Se sigue observando una continuidad en la atención a los medios afines al régimen anterior, lo cual no deja de ser preocupante, aunque entendemos que un grupo de gobierno debe de tener libertad para escoger su medio afín. Al igual que lo tienen para escoger sus cargos de confianza, aunque estos no estén preparados ni a la altura de sus cargos.
Esto me recuerda a cuando, en el anterior gobierno, fui excluido y no se me convocaba ni para presentar un evento, posiblemente porque mis ideas políticas no coincidían con las suyas, aunque no estoy seguro. Actualmente, parece que se repite el mismo patrón en el ayuntamiento, independientemente de su color político.
Sinceramente, esperaba que para estas navidades me invitaran a colaborar en las festividades, pero no ha sido así, a pesar de que el Sr. Alcalde, responsable de los festejos, tiene mi currículum de presentaciones, que probablemente haya desechado. Sin embargo, el problema radica en las falsas promesas, y dado lo que he observado, no contaré con su apoyo, ya que continuaré con mi labor habitual. Hasta pronto, Santa María de Guía; seguiré trabajando por y para los guienses. Un abrazo.