Las calles del casco de Gáldar fueron una fiesta en la noche de este lunes con uno de los actos más populares y atractivos de las Fiestas Mayores de Santiago, un evento multitudinario lleno de diversión y color: Danzas y Zambras de los gigantes y Caballitos de Fuego. La noche continuó con el Volcán Anunciador, con el que todos los vecinos del municipio y sus alrededores vieron cómo se iluminaba el cielo del norte de la Isla con sus fuegos artificiales, y concluyó en la Plaza de Santiago con el concierto ‘Te regalo vivir’, un tributo a Juan Luis Guerra y Marc Anthony, dos de los artistas latinoamericanos más importantes de la historia reciente.
Danzas y Zambras de los gigantes y Caballitos de Fuego, cita única en Gran Canaria, fue disfrutada por público de todas las edades en una noche para el reencuentro con una tradición histórica que fue recuperada en 2015 y cuyas últimas noticias se remontaban a 1848. Las calles del casco se quedaron pequeñas ante los cientos de vecinos que galoparon hacia el Santuario de Santiago con sus creaciones y junto a papagüevos, bandas de música y farolillos que animaron el espectáculo. La cita fue retransmitida en directo para toda Canarias por Mírame TV.
Desde el barrio de San Sebastián, por la calle Capitán Quesada y hasta el frontis del Santuario de Santiago cabalgó esta Fiesta. La noche dejó música, baile y colorido con los farolillos y caballitos realizados en los talleres organizados en las últimas semanas por el Ayuntamiento. Se trata de una estructura que se rodea alrededor del cuerpo con una plataforma en chapa y cartón y con faldones y la cresta hechas de material reciclado y colorido para hacerlo llamativo. La festividad ha calado hasta el punto de que muchos vecinos dan forma a sus propios caballitos en sus casas, sobre todo los más pequeños, y se incluye también en actividades escolares.
Así, un animado y colorista desfile de centenares de caballitos de todos los tamaños lucieron con tiras de papel de colores, y al trote de las inofensivas fustas que hacían más llamativo el recorrido con un público también agolpado en las calles para ver pasar la comitiva y disfrutar con el galope de los participantes. Un espectáculo audiovisual fue el broche final con la quema de la silueta de un caballo ante la mirada de todos los asistentes.