● El alcalde, Pedro Rodríguez, y una representación de la Congregación de Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia firmaron esta semana una promesa de compra
El Ayuntamiento de Guía ha formalizado el contrato de promesa de adquisición del edificio donde estuvo ubicado el antiguo Colegio de las Dominicas, en la calle Marqués del Muni. El alcalde, Pedro Rodríguez, y María Pilar del Barrio Yesa, en representación de la Congregación de Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia, firmaron esta semana la documentación para la adquisición por parte del Consistorio de este emblemático inmueble situado en una de las principales calles del casco histórico de la ciudad.
Cuenta con una superficie en planta de 724 metros cuadrados y una superficie construida de 2.041 metros cuadrados. El importe de su valoración ha sido de 469.393,31 euros y estará destinado a uso administrativo del Ayuntamiento, según ha informado el primer edil guiense.
Esplendor en los 60
En octubre de 1927 se inauguró en este singular edificio el Colegio de ‘La Inmaculada’, destinado a la enseñanza de niñas, bajo el auspicio de la gran benefactora de este municipio Dolores de Sosa. En 1938 su fundadora pone en manos de la Congregación de Religiosas Dominicas de la Sagrada Familia este colegio, siendo ese año cuando queda constituida la primera Comunidad de Dominicas de la Sagrada Familia en Guía, con tres religiosas de Coro y una de Obediencia, según los datos aportados por el investigador y archivero municipal Sergio Aguiar.
Entre 1956 y 1959, detalla Sergio Aguiar, el colegio de las Dominicas se convierte en un centro mayor, donde se imparte el Bachillerato femenino, con profesores del entonces Colegio Santa María de Guía, entre ellos Luís Cortí, Julia Mendoza, Carmelina Ramírez, Pilar Cortí, Constantito Cancio, Eladia García, María Teresa Ojeda y otros, además de las religiosas de la congregación; convirtiéndose de esa manera en un colegio oficial de bachillerato.
La década de los años 60 fue la época de esplendor en la enseñanza de este colegio, en el que se llegó a dar clases de Magisterio y algunas alumnas terminaron en él la carrera. En esa época la comunidad religiosa desarrolló también una labor religiosa por los barrios donde enseñaban catequesis.
Por los años 70 del siglo XX la labor del colegio se va haciendo imposible pues faltan los lugares necesarios para laboratorios, canchas deportivas, gimnasio, etc.; y aunque los padres hacen lo imposible para que no se cierre, llegó el momento que el colegio cerró sus puertas.