Santa María de Guía acogió este fin de semana la XVIII edición del Festival Internacional de Poesía Palabra en el Mundo al que se sumaron más de 50 poetas además del cantautor Luis Pastor que también recitó unos versos antes de ofrecer un magnífico concierto en el Teatro Hespérides, con un patio de butacas lleno y un público totalmente entregado al que se unió en una capella final en un gran espectáculo que terminó con una fuerte ovación.
Desde la coordinación internacional del festival, liderada en Canarias por la poeta Isa Guerra, se enfatiza la importancia de este encuentro que reúne a poetas, profesionales de la cultura y la educación, y personas de diversos saberes, todos con la misión de hacer las cosas de manera diferente, uniendo voluntades y resultados cada año, señaló en su intervención la concejala de Cultura, Sibisse Sosa, destacando que se trata “de un evento global que logra mover montañas con más de dos mil quinientos eventos y una convocatoria de entre quince y veinte mil poetas”.
“Para nosotros”, manifestó, “es un orgullo que nuestra ciudad sea el epicentro de este festival, que une a poetas, artistas y amantes de la poesía de diversas partes del mundo en un intercambio creativo y enriquecedor. Este festival es una oportunidad para promover el arte y la literatura, y para fortalecer los lazos culturales y el entendimiento entre las diferentes comunidades que participan en él”.
En el mismo sentido se pronunció Isa Guerra, subrayando que este Festival Internacional ha aunado las voces “de miles de poetas, desde Brescia en Italia, Pirano en Eslovenia, Tamaulipas (México), Chile, Venezuela, Cuba, Colombia, Creta, Grecia, Túnez, Marruecos, Nepal, España, Argentina y otros lugares del mundo, entre ellos las Islas Canarias, en la ciudad de Santa María de Guía”, señaló.
‘La lluvia ácida’ y ‘Ecosistema del infinito’
Precisamente con la presentación de dos libros de Isa Guerra, ‘La lluvia ácida’ y ‘Ecosistema del infinito’, dio comienzo el programa de actos del festival.
‘La lluvia ácida’ es un poemario sobre el medio ambiente, el respeto al paisaje y la fugacidad del tiempo y la vida. Isa Guerra sumerge al lector en la naturaleza, erosionando vivencias y emociones, reflejando nuestro papel como parte de este entorno natural.
‘Ecosistema del infinito’ nos lleva al paisaje interior del ser, plasmando fragmentos en la arena de la playa y en los graffitis del tiempo. Nos recuerda que no somos solo poetas, sino el propio poema que se construye, fluyendo como la vida misma y adquiriendo su identidad y realidad. Como la vida misma de la cotidianeidad que observamos en sus poemas ‘A un mantel de cuadritos’ o ‘Tomates rojos’.