Desde los grupos de la Oposición en el ayuntamiento, nos gustaría matizar las recientes declaraciones del alcalde de Guía, Pedro Rodríguez, durante su rueda de prensa del viernes: queremos aclarar y reafirmar nuestra posición respecto al proceso de estabilización del personal del Consistorio, en el que figuran como aspirantes su esposa e hijo.
Nuestro cuestionamiento no es un ataque a la profesionalidad de los empleados municipales a cargo del proceso, sino una llamada a la transparencia y ética en la administración pública. Reconocemos y valoramos el trabajo de estos empleados, pero creemos que la aparición de familiares directos del alcalde en este tipo de procesos puede generar percepciones de favoritismo y nepotismo, afectando la confianza ciudadana.
Es cierto que este proceso de estabilización se lleva a cabo en todas las administraciones públicas del país y que las bases del proceso en Guía se acordaron en la mesa de negociación con los sindicatos en diciembre de 2022. No obstante, el hecho de que no haya examen y se valore la experiencia, antigüedad y formación de los aspirantes, a pesar de ser legal, no disipa las dudas sobre la imparcialidad y transparencia del proceso.
Además, resulta destacable que, entre todos los admitidos en todas las categorías, solo existen tres personas que repiten solicitud en más de tres plazas. Estos casos son:
- Un ciudadano, quien se presenta a 7 plazas.
- Una ciudadana, que es la esposa del alcalde, quien se presenta a 5 plazas.
- Otro ciudadano, quien se presenta a 4 plazas.
Además, señalar que el hijo del alcalde quien se presenta a 3 plazas, lo hace en las únicas que no requieren titulación alguna.
Reiteramos que nuestra intención no es faltar a la verdad ni crear un clima de desconfianza. Nuestro objetivo es informar de manera trasparente a la ciudadanía e intentar asegurar que todos los procesos administrativos sean llevados a cabo con la máxima transparencia y ética, garantizando igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos y ciudadanas.
Lamentamos que el alcalde interprete nuestras preocupaciones como un ataque personal hacia él y su familia. No cuestionamos su derecho a tener una vida privada, sino que enfatizamos la necesidad de mantener una clara separación entre la vida privada y las responsabilidades públicas, especialmente en procesos que pueden afectar la percepción de imparcialidad y justicia en la administración pública.
Finalmente, hacemos un llamado a la calma y al diálogo constructivo. Estamos dispuestos a colaborar para mejorar los procesos y asegurar que se mantengan los más altos estándares de transparencia y ética en nuestra administración.