Más de 100 voces protagonizaron la magnífica Misa Réquiem de Mozart que se pudo disfrutar en la Iglesia de Santa María de Guía a cargo de Súbito Koral y el Lausanne Universitary Choir, de Suiza, que se desplazó hasta Gran Canaria con motivo de este concierto. Dirigidos de forma magistral y con la pasión que le caracteriza por Víctor Ramírez, el espectáculo musical puso en pie al público, que llenaba el templo, para ofrecer una fuerte ovación a los componentes de ambos coros.
El acto fue presentado por la concejala de Cultura, Sibisse Sosa, que agradeció a todos su presencia en esta velada “para disfrutar juntos de la interpretación de una de las obras maestras más grandes de la historia de la música en un espacio privilegiado como es el de nuestra Iglesia” en un concierto que superó todas las expectativas “con un Réquiem sublime que llegó al corazón de todos los presentes, tal y como pudimos comprobar con la extraordinaria ovación que brindaron a ambas corales”, subrayó.
La ‘Misa de Réquiem’ en re menor K. 626 está basada en los textos latinos para el réquiem, el acto litúrgico católico celebrado tras el fallecimiento de una persona. Se trata de la decimonovena y última misa escrita por el compositor, que murió en 1791, antes de terminarla. De hecho, fue el músico Franz Xavier Süsmayr quien la finalizó siguiendo las indicaciones de un ya enfermo Mozart.
Se trata de la última obra que compuso, considerada como una de las más importantes de todo su catálogo, no solo por su calidad musical, sino también por la leyenda que va asociada a esta obra.