Hoy se celebra en todo el mundo el día internacional de la mujer trabajadora o de la mujer a secas

Por ello para mi es un verdadero motivo de satisfacción el poderlas desde aquí y con mi pluma felicitarlas de todo corazón ¡Qué Dios las Bendiga!

Pero a mí me gustaría centralizar mi felicitación en la verdadera joya de las mujeres trabajadora y me refiero a las MADRES, porque ellas y solo ellas han sido y son las Verdaderas Artesanas de la Vida

 Si amigos míos, Hoy, 8 de marzo, celebramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, una fecha para honrar los innumerables logros de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.

En esta ocasión tan especial, quiero dedicar mi homenaje a las madres, auténticas joyas de la creación y trabajadoras incansables que moldean el mundo, una vida a la vez.

Las madres, en su papel único y esencial, representan el máximo ejemplo de amor incondicional, fortaleza y resiliencia.

Son capaces de transformar el caos en orden, el dolor en esperanza y el sacrificio en una expresión sublime de amor.

No solo traen vida al mundo, sino que también la nutren, la guían y la iluminan.

El trabajo de una madre, aunque a menudo invisible, es uno de los más exigentes y gratificantes.

Desde las noches de desvelo cuidando a sus hijos, hasta los días interminables equilibrando tareas laborales, familiares y personales, las madres llevan con valentía el peso de una labor que no entiende de horarios ni descansos. Son maestras, enfermeras, psicólogas, chef y protectoras: todo en una sola persona.

En este día, recordemos que el papel de las madres no solo enriquece a sus familias, sino que también fortalece las sociedades.

Es gracias a ellas que los valores fundamentales de empatía, justicia y solidaridad se transmiten de generación en generación. Cada mujer que ejerce el rol de madre es, en sí misma, un agente de cambio y progreso.

Hoy, rindo homenaje a todas las madres del mundo, quienes con su entrega y amor construyen un futuro mejor.

Porque ser madre no es solo un trabajo, es una misión extraordinaria que merece todo nuestro respeto y admiración.

El papel de las madres en el ámbito laboral ha experimentado cambios significativos en los últimos años, reflejando tanto avances como desafíos persistentes; a saber:

  1. Mayor participación laboral: Cada vez más madres se incorporan al mercado laboral, desafiando los roles tradicionales de género. En España, por ejemplo, la tasa de empleo femenino ha ido en aumento, aunque aún queda camino por recorrer para alcanzar la igualdad plena.
  2. Conciliación trabajo-familia: La necesidad de equilibrar las responsabilidades laborales y familiares sigue siendo un reto. Muchas madres enfrentan jornadas laborales exigentes mientras asumen un papel activo en la crianza de sus hijos. Esto ha llevado a un aumento en la demanda de políticas de conciliación, como horarios flexibles y teletrabajo.
  3. Corresponsabilidad parental: Aunque todavía es un proceso en desarrollo, se observa un cambio hacia una mayor corresponsabilidad en el hogar, donde ambos progenitores comparten las tareas de cuidado y crianza.
  4. Persistencia de la brecha de género: A pesar de los avances, las madres trabajadoras siguen enfrentando desigualdades, como salarios más bajos y limitaciones en las oportunidades de ascenso. Además, muchas empresas aún no cuentan con políticas inclusivas que apoyen plenamente a las madres.
  5. Impacto emocional y físico: La combinación de las demandas laborales y familiares puede generar estrés y agotamiento en las madres, lo que subraya la importancia de un entorno laboral más comprensivo y adaptado a sus necesidades.

Estos cambios reflejan tanto los logros alcanzados como las áreas que requieren atención para garantizar que las madres puedan desarrollarse plenamente en el ámbito laboral sin sacrificar su bienestar personal y familiar.

Además, las madres trabajadoras hoy en día, se enfrentan a una serie de desafíos que reflejan tanto las complejidades del mercado laboral, como las demandas familiares.

Yo destacaría éstos como algunos de los principales retos:

  1. Conciliación laboral y familiar: Muchas madres luchan por equilibrar las responsabilidades laborales con las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. Aunque el teletrabajo ha ofrecido soluciones, también ha difuminado las fronteras entre la vida personal y profesional.
  2. Discriminación laboral: En ocasiones, las madres enfrentan prejuicios en el lugar de trabajo, como la percepción de que son menos comprometidas o productivas debido a sus responsabilidades familiares. Esto puede traducirse en menos oportunidades de ascenso o desarrollo profesional.
  3. Brecha salarial de género: A pesar de los avances, muchas madres trabajadoras continúan ganando menos que sus colegas masculinos. La maternidad puede acentuar esta disparidad, un fenómeno conocido como la «penalización por maternidad».
  4. Falta de apoyo estructural: En muchos lugares, las políticas laborales no ofrecen suficiente apoyo a las madres. La falta de licencias parentales remuneradas, guarderías asequibles y horarios flexibles dificulta su inclusión y desarrollo pleno en el ámbito laboral.
  5. Carga mental y emocional: Además de sus labores profesionales y familiares, las madres a menudo asumen la «carga mental» de organizar, planificar y supervisar las actividades del hogar, lo que puede generar estrés y agotamiento.
  6. Estigmatización social: En algunos contextos, aún persisten expectativas sociales tradicionales que juzgan a las madres que deciden trabajar fuera del hogar, lo que puede llevar a sentimientos de culpa o aislamiento.

Abordar estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto: desde la implementación de políticas inclusivas por parte de las empresas hasta un cambio cultural que valore y apoye el papel de las madres trabajadoras.

¡Felicidades! Madres trabajadoras de todo el mundo. ¡Felicidades! Mamá Consuelo, porque se qué, desde el cielo has seguido luchando como una cosaca por tu familia y los tuyos; los que jamás te olvidaremos y los que esperamos con ansiedad ese día en que el Todopoderoso nos llame junto a ti, para podernos nuevamente abrazar, y todos juntos compartir la Gloria de Nuestro Señor.

¡Qué cosas!

Fdo:

Julio César González Padrón

Marino Mercante y Escritor