Si amigos: pueden creerme, si les confieso que hoy sábado Santo, escribo mi habitual artículo, con el que trato de acompañarlos, con el corazón triste, muy triste y encogido, porque compruebo que el mundo entero está de luto.
Los cristianos del planeta lo estamos, porque Cristo yace muerto en una cueva, esperando a que se cumpla la profecía y resucite al tercer día.
Y, por otra parte, todo el mundo también está de luto y entristecido, pues ya es demasiado el tiempo, que llevamos soportando como Netanyahu y su gobierno de criminales asesinos, al peor estilo de sus Sagradas Escrituras, aplicando la norma de “Ojo por ojo y diente por diente”, para vengarse contra el pueblo llano palestino sin distinguir niños, mujeres ancianos, incluyendo la destrucción total de sus territorios, de donde también proceden los no menos sanguinarios terroristas como son los componentes t Hamas, no paran de atentar contra Israel y su fin , no es otro que el de borrar del la faz de la tierra al pueblo judío y todo ello, por “mandato divino”. ¡Pobre Alá! Su Dios, que poco te conocen. Cuando la propia palabra islam se traduce por, “amor”.
Y luego estamos de luto también, porque otro sanguinario, pero en esta ocasión ruso ; reencarnación del propio diablo asesino que fuera Stalin y con sueños imperialista como es el terrible Vladimir Putin ,lleva ya tres largos años machacando sin piedad a un pueblo soberano y libre, como lo es el de Ucrania y por la única razón, que quiere ver cumplido sus macabros sueños de una renacida antigua URSS y su influencia en el mundo y para intentar conseguirlo usan el mismo método que su homologo el judío carnicero de Netanyahu; a base de bombardear con misiles balísticos las ciudades ucranianas, dejando un reguero de muertes de inocente civiles; entre ellos niños y ancianos, que no son precisamente combatientes que luchan en el frente de batalla por su país
Por todo ello, y porque se necesita ser muy ciego par no ver el riesgo real, que esta guerra supone para la paz en Europa, es por lo que hoy sábado de Semana Santa, día de dolor y esperanza, se me encoge el corazón; al mismo tiempo que no dejo de teclear en mi ordenador, para denunciar como mejor se hacerlo, con mi pluma y la palabra, tanta barbarie actual que, nos ha tocado vivir
LOS RIESGOS ACTUALES DE LA AMENAZA A EUROPA
Si trazáramos hoy un paralelismo entre Hitler o Stalin con Putin, nos encontraríamos similitudes inquietantes en cuanto a la invasión de Ucrania y la presión sobre otras exrepúblicas soviéticas que, reflejan una visión expansionista que busca restaurar la influencia rusa en la región y el mundo.
La narrativa oficial del Kremlin enfatiza la protección de los “rusos parlantes” y la seguridad nacional, justificando intervenciones militares y políticas agresivas, lo mismito que Hitler o Stalin en su día.
Las implicaciones actuales de este expansionismo son profundas; Europa se enfrenta al desafío de reforzar su seguridad sin caer en una escalada militar descontrolada.
La OTAN ha intensificado su presencia en el este de Europa, y países como Polonia y los estados Bálticos han aumentado su gasto en defensa, temiendo que puedan ser los próximos objetivos de la Rusia de Putin.
La política de este tipejo “sanguinario” sin escrúpulos, antiguo miembro de la KGB soviética, parece estar marcada por una visión revisionista que, busca restaurar la influencia de Rusia en el espacio postsoviético; lo que representa una amenaza directa para la estabilidad europea. Su estrategia incluye el uso de la fuerza militar y presión energética, como se ha visto en Ucrania, en las tensiones con los países Bálticos y otros que le rodean.
La situación en Ucrania es actualmente desgarradora, y ha generado una preocupación legítima sobre la seguridad en Europa. Los ataques indiscriminados de Rusia sobre ciudades, como el reciente bombardeo en Sumi que, dejó decenas de civiles muertos, entre ellos muchos niños, son un recordatorio de la brutalidad de esta guerra y de lo que es capaz y hasta donde está dispuesto a llegar el despreciable sanguinario y asesino de Putin, imitador de Stalin y Netanyahu.
La Historia, nos enseña que la inacción frente a agresiones puede tener consecuencias devastadoras, como ocurrió en 1939 con la invasión de Polonia por parte de Hitler, mientras Europa miraba para otra parte.
Por eso digo que, Europa se enfrenta a un dilema crítico: o acelerar su rearme para garantizar su defensa colectiva y disuadir futuras agresiones, o buscar soluciones diplomáticas que eviten una escalada militar. Pero lo que no podemos seguir es “en Belén con los pastores” y pendiente o confiando en una hipotética ayuda de un “rubio pistolero de aldea del salvaje Oeste americano”, como lo es el actual inquilino de la Casa Blanca.
La invasión de Ucrania ha demostrado que las amenazas a la soberanía y la democracia no son meramente teóricas, sino reales y urgentes, lo que nos lleva a argumentar que, fortalecer la capacidad militar es esencial para proteger los valores democráticos y la estabilidad regional.
Sin embargo, también existe el riesgo de que un rearme acelerado pueda ser interpretado como una provocación, complicando aún más las relaciones internacionales. La clave podría estar en un equilibrio entre la preparación militar y el compromiso diplomático, apoyado por alianzas sólidas, aunque ahora no tanto, como ocurre ahora con la OTAN, secuestrada por Donal Trump.
No nos engañemos; el perdernos en discursos “progres” de zurdos trasnochados, vacíos de contenidos, como sería el negarse a aceptar que Putin, no solo busca consolidar el poder de Rusia, sino también desafiar los valores democráticos y la seguridad colectiva de Europa.
Esto nos lleva a preguntarnos, no sin preocupación, el cómo la falta de una política exterior unificada en Europa, ha permitido que Rusia aproveche las divisiones internas y la reducción del gasto militar en la región.
Si recurrimos a la Historia, recordaremos que la expansión soviética bajo el sanguinario dictador Stalin estuvo precisamente marcada por una estrategia de consolidación territorial y control geopolítico, con la anexión de países vecinos y la imposición de regímenes afines. Su doctrina de las “fronteras avanzadas” justificó la ocupación de territorios estratégicos, como los estados Bálticos y partes de Polonia, con el argumento de garantizar la seguridad nacional.
Las implicaciones actuales de este expansionismo son profundas. Europa se enfrenta al desafío de reforzar su seguridad sin caer en una escalada militar descontrolada. La OTAN ha intensificado su presencia en el este de Europa, y países como Polonia y los estados Bálticos han aumentado su gasto en defensa, temiendo que puedan ser los próximos objetivos de Rusia, como seguro le ronda ya en la cabeza del rubio Putin
Desde mi particular punto de vista de maúro de Telde, las consecuencias globales de la expansión rusa bajo el dictado de Putin son profundas, afectando sobremanera a múltiples aspectos geopolíticos y económicos.
Uno de los efectos más preocupantes es el aumento de la competencia por los recursos naturales y las rutas marítimas estratégicas; especialmente en el Ártico. Rusia ha intensificado su presencia en esta región, buscando controlar la Ruta del Mar del Norte y los vastos recursos energéticos disponibles, lo que podría alterar el equilibrio de poder internacional.
Además, la guerra y las sanciones han puesto a prueba la resiliencia económica de Rusia. A pesar de los intentos occidentales de aislar a Moscú, la economía rusa ha resistido gracias a sus aliados estratégicos, como China, Corea del Norte, Irán e India; sin embargo, el gasto militar masivo y la dependencia de los ingresos energéticos podrían llevarle a un colapso económico a corto/ medio plazo, si la guerra se prolonga indefinidamente, como todo apunta que va a ocurrir.
Otro aspecto clave y altamente preocupante, es la nueva actitud de USA hacia Europa, alimentada por “el rubio pistolero del salvaje oeste americano, Donal Trump”, que supone una creciente tensión entre la OTAN y la Unión Europea.
La expansión rusa ha llevado a un refuerzo militar en Europa del Este y un aumento del gasto en defensa por parte de países como Polonia y los estados bálticos. Esto podría generar una nueva carrera armamentista y una mayor fragmentación en las relaciones internacionales.
Para intentar frenar esta preocupante realidad actual, los países occidentales deben urgentemente adoptar diversas estrategias para contrarrestar la expansión rusa bajo la bota de Putin, como pudieran ser:
1.-El Refuerzo militar: La OTAN debe aumentar dar su presencia en Europa del Este, con despliegues adicionales en Polonia y los países bálticos. Aprovechando que, Suecia y Finlandia han abandonado su neutralidad y se han unido a la alianza1.
2.-Las Sanciones económicas: La Unión Europea debe imponer más sanciones severas contra Rusia, que afecten sobre todos a sectores clave como la energía y la banca.
3.-No flaquear en apoyo incondicional a Ucrania: continuar enviando miles de millones de dólares en ayuda militar y humanitaria a Ucrania, incluyendo sistemas de defensa avanzados.
4.- Plantearnos en serio el enviar a la zona un ejercito europeo de paz, para que Rusia entienda, que vamos en serio, y que no permitiremos que se anexiones ni un metro más de Ucrania, y continue con eses macabro sueño de desarrollar de su expansionismo sobre el Continente Europeo
Pero para un ciudadano europeo de a pie, si bien le duele lo que le está pasando a sus hermanos ucranianos, no menos le duele también, esa sensación “de abandono” que está sintiendo de su aliado histórico USA, desde que llegó a la Casa Blanca “el pistolero rubio del salvaje oeste americano”, quien no se corta en decir en público y usando un despreciable tono ridiculadizante, muy propio del “pistolero americano molo” que es…. “Los países me están besando el culo”.
Pues cuídate mucho “forastero rubio”, a ver si al final va a resultar que esos países, en lugar de besarte el culo como tu aseguras tan chulescamentel, lo quete van a dar y bien duro por tuyo, que… ¡Casos se han dado! O es qué… ¿Tengo que recordarte a Vietnam o Afganistán?
Mira y recuerda bien, “pistolero rubio del salvaje oeste americano, del carajo”, lo que te dice el sabio refranero popular canario, cuando te advierte que…”Con la cuchara que cojas hoy, tendrás que comer mañana”.
¡Qué cosas!
Fdo.
Julio César González Padrón
Marino Mercante y Escritor