Es tu adiós, tu adiós, mil veces te has ido
de mi casa, mi vida, mi memoria;
sentimientos que van como una noria
cuando pensar en ti tengo prohibido.
Pasa el tiempo y por fin he conseguido
desterrar la tristeza ¡gran victoria!
para quien mira atrás y sin historia
avanza su camino del olvido.
Atrás quedas, vencido por certezas,
mil calumnias y cientos de flirteos.
Tus mentiras mis labios han unido.
Demasiadas las dudas, muchas piezas
con bordes desgastados, mil trofeos…
Una entelequia, sí, amor vendido.
Irene Bulio ©