Se acaba el año
día tras día hemos deshojado
el calendario.
Nos llegan los recuerdos,
los felices, los más dulces…
también los tristes,
aquellos que se han ido
con los bolsillos llenos de caramelos
y dejaron plantados los cariños
que florecen sin más, sin un empeño.
Hora de administrar el poco tiempo
que nos queda de saldo
para acabar el año.
Cerré muchos postigos
que ondeaban recuerdos oxidados.
Revisé muy bien mis sueños
cuidando fuesen míos, no heredados.
Hice la lista tonta donde siembro
quehaceres olvidados,
algunos yacen ya tachados
otros un asterisco llevan,
son más urgentes.
Por fin acabaré el año
dejando atrás el nulo peso,
ese que no me deja avanzar
y atrapa mis futuros
atados con el miedo.
© Inma Flores