El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, felicitó a Margarita Pérez Orihuela por su cien cumpleaños este miércoles. El primer edil acudió, junto a la concejala de Política del Mayor, Dolores Delgado, a su domicilio en la calle Capitán Quesada y le hizo entrega a la centenaria de una cesta de frutas y verduras del municipio y una orquídea para recordar la efeméride.
Nacida en Gáldar el 5 de enero de 1924, tuvo once hermanos, siendo ella la primera niña después de cinco varones, por lo que fue un gran regalo de Reyes para su familia. Vivió en una casa alquilada en las inmediaciones del molino de Rojas hasta que pudieron adquirir una vivienda en la antigua calle de La Torre, hoy Gumidafe. Posteriormente la familia intercambió esta vivienda por otra en la calle Doramas, en la cual vivió hasta casarse con su novio desde los 16 años, Pedro López.
A su marido lo conoció en la Plaza de Santiago y en su primer encuentro le manifestó que si quería pasear con ella debía comprarle una golosina en la Dulcería de Eugenio. Ella recuerda que este le compró una tableta de chocolate que ella le llevó a su madre como presente de parte de su yerno. Y así estuvieron ocho años de novios antes de casarse, «cuatro años hablando y cuatro peleando», rememora.
Amiga de hacer bromas y aficionada a boleros y rancheras, fue muy activa, tanto que fue expulsada del colegio varias veces por inquieta. Al casarse fueron a vivir cerca del cruce de Sardina hacia San Isidro. Su esposo tenía fincas y ella colaboraba en todo, desde poner guano al agua hasta coger un sacho. Abrieron una tienda donde pasaba gran parte del día.
Tuvieron dos hijas, una de ellas fallecida, y tiene cinco nietos y cinco bisnietos. Desde hace unos años vive en la calle Capitán Quesada. En la actualidad admite sentirse frustrada por no poder caminar pero aprovecha el tiempo haciendo mandalas, sopas de letras y algunas manualidades.