El 12 de septiembre de 1954, la participación institucional del Colegio de Abogados celebrada durante casi dos siglos en la ciudad de Las Palmas, se trasladó a la Villa de Teror.
Aquel día asistió por primera vez a esta fiesta una representación corporativa de los letrados de la isla y toda la directiva que presidía su decano Matías Vega Guerra; el diputado primero Carlos Ramírez Suárez y el alcalde de Teror, José Hernández Jiménez.