No digo ni descubro nada nuevo, si afirmo que, en un mundo como el actual, cada cada vez más globalizado, las decisiones políticas y comerciales de una nación en particular, puede alterar o tener efectos significativos en otras.
La reciente agresiva política comercial de Estados Unidos, liderada por su nuevo presidente Ronald Trump bajo el lema: «América First», ha generado incertidumbre y preocupación en varios países, por no decir en todo el planeta.
La estrategia de subir aranceles a cualquier nación que no incline su balanza de pagos hacia los Estados Unidos, plantea en principio serios desafíos para Europa y en particular, para España.
Ante este escenario surge la pregunta: ¿Debería Europa y especialmente España, dar un “golpe de timón” y cambiar su rumbo a corto o medio plazo, enfocado a fortalecer sus relaciones con China y Japón, sin olvidar el mercado iberoamericano?
La política de “America First» de Ronald Trump, busca proteger su economía estadounidense mediante la imposición de aranceles más altos a las importaciones a cualquier país que no favorezca a Estados Unidos en su balanza de pagos.
Esta medida tiene como objetivo reducir el déficit comercial de Estados Unidos y fomentar la producción nacional; sin embargo, la susodicha estrategia, desde mi punto de vista, también puede desencadenar tensiones comerciales imprevisibles y afectar negativamente a las economías de sus socios comerciales tradicionales, incluidos los países europeos.
Ante esta nueva realidad, Europa y España tienen la oportunidad y yo diría que hasta la obligación traducida en oportunidad histórica, de diversificar sus relaciones comerciales y explorar nuevos mercados.
Por ejemplo, con China y Japón, que no podemos obviar que representa hoy en día dos de las principales economías del mundo y ofrecen grandes oportunidades para el comercio y la inversión.
Fortalecer los lazos con estos países, no solo puede mitigar el impacto de las políticas proteccionistas de Estados Unidos, sino también abrir nuevas puertas para nuestro particular crecimiento económico a corto/medio plazo.
En el caso de España, además de mirar hacia Asia, es esencial no perder de vista el mercado iberoamericano, al que siempre hemos visto como el pariente pobre, al que no se le tenia muy en cuento, salvando algún “cariñito que otro” de vez en cuando y desde luego, tratando siempre, de no enfadar al Tío Sam.
Los lazos históricos y culturales con los países hermanos de América del Sur representan una ventaja competitiva que debe ser aprovechada y por desgracia ahora mismo, como digo, los tenemos en un segundo plano.
Por otra parte, creo que la cooperación y el comercio con estos países pueden ser una fuente significativa de crecimiento y estabilidad económica para España.
Dicho lo anterior, me lleva a la conclusión final, sin pretender dar clases de economía a nadie y mucho menos de tratar de ejercer de “profeta en mi tierra”, pienso que la nueva política comercial de los Estados Unidos bajo el liderazgo de Ronald Trump tan agresiva y con cierto tinte de popularidad barata, muy a nuestro pesar, plantea desafíos significativos para Europa y España.
Sin embargo, también nos ofrece una oportunidad única para diversificar y fortalecer las relaciones comerciales con China, Japón y el mercado Iberoamericano.
Adoptar un enfoque proactivo y estratégico en este sentido permitirá a Europa y España navegar con éxito y rumbo verdadero en este nuevo panorama global, amén de garantizar un futuro más próspero y seguro para nuestro país.
Si repasamos la historia mundial desde la más remota antigüedad, comprobaremos que todo se reduce a “un ciclo” y que esto que está ocurriendo ahora, aparentemente salido de la “rubia cabellera Yanque de un matón de la aldea del Oste americano”, ya ha ocurrido y varias ocasiones.
No hará falta recordar las caídas del Imperio Romano, español, Frances, entre otros que, en realidad al final terminaron todos muriendo del exceso de éxitos.
¿Estaremos esta vez y de nuevo en la mitad o terminado el ciclo? ¿Habría que volver a echar un vistazo a la famosa Piedra circular de los Azteca, que lo calvaba todo?
Bromas aparte, te invito a que reflexiones amigo sobre lo dicho, que hoy que es sábado, día de descanso y por lo tanto un magnífico momento para dejar que nuestras pobres y castigadas neuronas durante la semana que dejamos atrás, se sientan libres de verdad y puedan probar a dar gusto a nuestro intelecto…, que buena falta nos hace.
¡Qué cosas!
Fdo. Julio César González Padrón
Marino Mercante y escritor