Pedro Salinas Serrano, conocido como Pedro Salinas, nació en Madrid un 27 de noviembre de 1891 y falleció en Boston el 4 de diciembre de 1951 (Madrid 1891 – Boston en 1951).
Este poeta español es miembro de la Generación del 27, donde fue llamado «el poeta del amor».
Estudió las carreras de Derecho y Filosofía y Letras, siendo lector de español en la Universidad de París entre 1914 y 1917, doctorándose en Letras. También fue lector de castellano en la Universidad de Cambridge. Posteriormente, en la década de los veinte, colaboró con la Revista de Occidente y fue catedrático de lengua y literatura españolas en las universidades de Sevilla y Murcia. En 1936 emigró a Estados Unidos donde fue profesor en distintas universidades y donde vivió hasta su muerte.
El gran tema de su poesía fue siempre «el amor», siendo considerado heredero de la tradición amorosa de Garcilaso de la Vega y de Gustavo Adolfo Bécquer. En su producción literaria se distinguen tres etapas: la primera que abarca desde sus inicios hasta 1934, donde su poesía está influida por Juan Ramón Jiménez. En la segunda, que llega hasta 1939, podemos encontrarnos con una poesía amorosa donde su lírica es una fuerza prodigiosa que da sentido a su vida, y que brota fruto de su apasionada relación con Katherine Whitmore, profesora norteamericana, junto a quien descubrió que el amor es lo que da sentido al mundo. Ya en su tercera etapa que va desde este año hasta su muerte, refleja en sus versos la preocupación por la función del poeta en el arte y sus inquietudes filosóficas tras la rebelión del espíritu humanista ante el mundo moderno.
En su obra poética, cargada de amor y sensualidad, tenemos:
Presagios (1923)
Seguro azar (1929)
Fábula y signo (1931)
la voz a ti debida (1933)
Razón de amor (1936)
Largo lamento (1939)
El Contemplado (1946)
Todo más claro y otros poemas 1949)
Confianza 1942-44 (1955) Una recopilación de poemas sueltos que fue publicada póstumamente.
Salinas también escribió numerosos ensayos críticos, como son:
Jorge Manrique o tradición y originalidad (1947),
La poesía de Rubén Darío (1947),
El defensor (1948)
Ensayos de literatura hispánica (1958),
Sin dejar atrás el relato donde cabe destacar: El desnudo impecable y otras narraciones, (1951) y varias obras de teatro, la mayor parte todavía inéditas y donde cabe destacar El director, La bella durmiente, La isla del tesoro, Judit y el tirano, La cabeza de la medusa.
Entre otras de sus obras también cabe citar Cartas de amor a Martarita, Vísperas del Gozo y La bomba increíble. Fue en 2002 aparecieron finalmente las Cartas a Katherine Whitmore, un resumen de la copiosa correspondencia que intercambió con su amada, sobre todo entre 1932 y 1939.
«Tú vives siempre en tus actos, de La voz a ti debida»
Tú vives siempre en tus actos. De tus ojos, sólo de ellos, Y si una duda te hace Porque has vuelto los misterios Y nunca te equivocaste, |
«Aquí, en esta orilla blanca» Aquí |