Gáldar despidió este viernes el Carnaval de los cuentos y fábulas, como marca la tradición, incinerando a la sardina que fue acompañada en un multitudinario cortejo fúnebre por las calles del casco en el que las doloridas viudas lloraron la irreparable pérdida de las fiestas de don Carnal.
Atrás quedan quince días de auténtica fiesta en los que Gáldar se ha convertido en una ciudad de cuento en la que miles de personajes se echaron a la calle para disfrutar de los actos programados por la Concejalía de Cultura y Fiestas, convirtiendo a las carnestolendas de 2020 en las más participativas que se recuerdan.
Sobre las 23.30 horas, después de varias horas de desfile y de los ya habituales intentos de los más carnavaleros por evitar su incineración, el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, prendió fuego a la sardina en el frontis del Casino. Como consuelo quedaron las ganas de disfrutar con el último mogollón del Carnaval que congregó a las doloridas viudas hasta altas horas de la madrugada junto a Music Show y dj Yeray en la Plaza de Santiago.
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