VIVENCIAS DE NUESTRA GENTE Nº 23 «LA ÓRDEN DEL CACHORRO CANARIO, UNA ASOCIACIÓN COMPROMETIDA CON NUESTRA SOCIEDAD»

Hoy, como verán, he cambiado de tipo de «vivencia», pues creo interesante que conozcan a esta Asociación que tanta relevancia está teniendo en toda Canarias, pues ya contamos con Delegaciones en casi todas nuestras islas. También cuento algunas anécdotas ocurridas dentro de la propia Asociación.

Por eso quiero aportar mi granito de arena y darla a conocer en esta zona de nuestro noroeste. Si alguien estuviera interesado en pertenecer a ella, les ruego que contacten conmigo o con cualquier otro socio que conozcan. Mi número de teléfono móvil es el 650683199. Ahora quiero presentárselas:

La Asociación de la Orden Del Cachorro Canario nació el 24 de Abril de 1.991 por la preocupación e inquietud de una serie de personas debido al estado de deterioro de nuestro acerbo cultural y costumbrista canario. Este grupo de personas se reunían todos los sábados por la noche en un lugar entrañable llamado “La Solana”, y allí se gestó y nació la idea. Había un denominador común entre todos los fundadores que no debemos olvidar nunca, la música de nuestra tierra, nuestro rico folclore. Pero esta claro que no solo nos referimos a la música sino a toda la cultura que forman nuestras costumbres.

La filosofía de La Orden esta perfectamente definida y se expresa con estos cuatro verbos: «Rescatar, Defender, Vivir y Transmitir todas las tradiciones canarias». A mí se me ocurrió un día tomando una cerveza en la cantina de la Orden una copla para folias, que, escrita en una servilleta, le regale a Jaime Llinares estando de Presidente. Ese mismo día íbamos de Visita Institucional al barrio de San Cristóbal y tanto le gustó que allí mismo la canto acompañada por la Parranda. Dice así: «Es norma de los cachorros/ rescatar de sus mayores/ defender y transmitir/ y vivir sus tradiciones/».

Sabemos que cada día será más difícil defender y transmitir nuestras costumbres, pues el mestizaje es imparable debido a los foráneos que nos visitan y que muchos se quedan a vivir en nuestra región, sobre todo de la Península Ibérica y africanos y en general gente de todas partes del universo pues nuestro archipiélago es uno de los destinos turísticos más solicitados del mundo. Así que si nos descuidamos en la educación de los que serán nuestro relevo, en un par de generaciones habrán desaparecido nuestras raíces, nuestras señas de identidad. De ahí que sea tan importante que esta Asociación de La Orden del Cachorro Canario funcione tal cual la define su filosofía.

Esta Asociación es totalmente apolítica y aconfesional, por lo que caben en ella todas las personas que lo deseen sin tener en cuenta sus preferencias políticas y religiosas.

El primer paso para pertenecer a esta Asociación es conseguir dos socios que lo apadrinen y que lo presenten y por supuesto sería absurdo que alguien quisiera pertenecer a ella sin estar comprometido con nuestras costumbres. Una vez presentado en la primera Asamblea, la Junta Directiva estudia caso por caso y si no hubiera alguna cuestión negativa que indujera a rechazarlo, sería admitido y pasados unos meses sería bautizado en algún acto social. Este nombramiento queda acreditado mediante la entrega de un diploma con el título de socio numerario.

El acto de apadrinamiento es muy bonito y tiene cierta emoción. Se realiza de la siguiente manera: El candidato se coloca entre los dos padrinos y frente al Presidente que ya tiene su cachorro en la mano y le recita la fórmula del bautizo que dice así: «Por tu estilo de vida, por tu defensa de las costumbres y tradiciones canarias, yo te toco con este cachorro. Ojalá te lo merezcas». E inmediatamente el Presidente le coloca el cachorro en la cabeza al tiempo que le saluda cordialmente dándole la bienvenida. Mientras se realiza este acto, todos los cachorruos que están presentes se colocan sus respectivos cachorros en el pecho en señal de respeto.

No todos los socios de La Orden son numerarios, pues anualmente, durante el acto de la fiesta fundacional, se nombran socios de honor a aquellas personas o entidades que se hayan distinguido para ello. Por ejemplo es Cachorro de Honor nuestro paisano Braulio. En este caso la fórmula de bautizo varía solo en la frase final que dice así: «….. Porque tú te lo mereces».

A poco de fundarse La Orden, un antiguó compañero de Los Gofiones, Roberto Hernandez, que fue uno de los fundadores, me invitó a pertenecer a ella pero yo estaba muy liado con el trabajo y lo deje estar. Entonces aún no tenían sede y las reuniones y asambleas mensuales las hacían en El Pueblo Canario y en el Hotel Fataga.

Años más tarde, en Diciembre de 1.999, por medio de otro ex compañero también de Los Gofiones, José Antonio Marrero Nieto, me animé y él mismo y otro compañero, Juan Izquierdo, fueron mis padrinos. Me gusto su filosofía y también la primera Asamblea Informativa a la que asistí. Me bautizaron en Abril del año 2.000 durante el acto de la fiesta fundacional. En ese momento el Presidente era Manolo Santana.

A poco de yo bautizarme, se produjo una anécdota de bastante calado que quiero contarles: En el año 2001 el Obispo que había en la Diócesis de Canarias correspondiente a nuestra provincia, era monseñor Ramon Echarren. Había ido a varias Asambleas de la mano de Rafael Santana, que era un escritor de bastante prestigio y además era entonces el Presidente del Consejo de Mayores de La Orden. Pues bien, en una de las Asambleas es presentado como aspirante a socio numerario por el mencionado Rafael Santana. El Presidente Manolo Santana procede a leer la solicitud de socio presentada días antes en Secretaria e invita al Obispo, como se hace siempre con todos, a presentarse a si mismo y a explicar el motivo que le induce a querer pertenecer a nuestra Asociación. El Obispo toma la palabra y más o menos dijo que desde niño había visitado algunas islas con su padre y que ahora pertenecía a nuestra comunidad como Obispo de nuestra Diócesis y que estaba plenamente identificado con Canarias. El Presidente le dio la bienvenida y le dice también que como habrá visto en la Orden todos nos tuteamos y a continuación le llamó por su nombre de pila y lo tuteó. A partir de entonces no vimos más al Obispo. No se bautizó. Era mucho para él que cualquier miembro le llamara de tu. Es totalmente comprensible.

Como dije al principio, el denominador común que existía entre todos los fundadores era nuestro folclore y naturalmente la Orden del Cachorro Canario tenía su Parranda, a la que yo me incorporé como timplista nada más llegar de la mano de uno de mis padrinos, Antonio Marrero, que es un gran cantante solista.

A poco de yo incorporarme se hizo cargo de la parranda como Director Wilo Spinola, que es un buen director con mucha experiencia. Hizo algunos cambios e incorporaciones y pronto la Parranda mejoró notablemente, hasta el punto que algunos críticos nos colocaron detrás de Los Gofiones en cuanto a calidad.

También se organizan viajes al exterior que costeamos de manera particular, pues la Orden se mantiene con las cuotas de sus asociados y algunas aportaciones de organismos oficiales. Quiero recordar algunos de esos viajes, por el hecho de que conozcan algunas de nuestras actividades.

De las salidas que hicimos al exterior de nuestra Isla recuerdo de buen grado el viaje que hicimos en el verano de 2.001 unos cuantos miembros de La Orden a Moguer, un pueblo de Huelva, para entregar un busto de Don Benito Pérez Galdós, que donaba el Cabildo de Gran Canaria a petición nuestra, y que se iba a colocar en el parque de una urbanización que se llama «Islas Canarias» y su parque «Benito Pérez Galdós». También todas sus calles tienen nombres de canarias. Todo se debe, al parecer, a que el promotor y constructor de la urbanización hizo el servicio militar en canarias y se enamoró de las islas. Pasamos unos días inolvidables pues todos los vecinos de la Urbanización, que nos hicieron una gran fiesta, nos recibieron y atendieron muy bien. No fuimos muchos, creo que seríamos diez o doce acompañados de la consejera de cultura de nuestro Cabildo y su esposo.

Habían instalado un escenario junto al precioso parque en donde primero actuaron un grupo de ellos haciendo música de su tierra y luego actuamos nosotros que creo que quedamos bastante bien para los componentes que éramos. A todos les llamó la atención el sonido del timple y su manera de tocarlo, pues no conocían este instrumento.

Hicimos otros viajes y como dije todos eran costeados por cada uno. El más largo que hemos hecho fue a Cuba y a pesar de su costo fuimos un grupo de algo mas de cincuenta personas. Nos instalamos en el hotel Sevilla de La Habana, que  no hacía mucho que, como colaboración con Cuba, había sido restaurado por España. Desde allí visitamos casi la mitad de la isla, desde Pinar del Río hasta Cabaiguan. Visitarla toda era muy complicado pues la isla tiene 1.250 kilómetros de largo.

En Cuba hay cinco delegaciones de La Orden del Cachorro Canario,  pues este viaje era el segundo que se hacía a la isla caribeña, fundadas en las siguientes ciudades: La Habana, Trinidad, Cabaiguan, Sancti Spiritus y Morón. Recuerdo que en Cabaiguan nos hicieron una fiesta preciosa organizada por un grupo de descendientes de canarios que, además tenían formada una rondalla con un cuerpo de baile, que nos llamó mucho la atención por la conservación de los bailes y de muchos estribillos clásicos de isas. Nos decían que en esta población el 60% de sus habitantes eran canarios o descendientes de canarios.

Nos dio tanta pena al ver tanta pobreza y miseria, pues los niños estaban descalzos y las mujeres en la calle se acercaban a nuestras esposas y les pedían sobretodo jabón y bragas, que organizamos una recaudación silenciosa entre todos y costeamos nosotros la fiesta y algo más que les quedo de fondo.

También me dio tanta pena ver los instrumentos que tenían, de una calidad pésima, apenas despegaban el sonido, que acabe regalándoles mi timple, era mi segundo en calidad. Jaime Llinares llevaba un acordeón precioso y también se los regaló. No se imaginan lo contentos que se quedaron. Naturalmente no se los regalamos a nadie en particular sino al grupo, a la Asociación.

A veces, por las grandes distancias pernoctábamos en la propia ciudad a visitar. Así pasó, por ejemplo, en Pinar del Río y en la que es la mejor zona turística de Cuba, Varadero, en donde nos quedamos tres días disfrutando de las instalaciones y atenciones de un buen hotel de cinco estrellas. Fue un viaje precioso de quince días organizado magistralmente por nuestro compañero Rafael Hernández Morin, Delegado del Area, a quien todos felicitamos con un cerrado aplauso al término del viaje.

También hemos ido varias veces a algunas de nuestras Islas, como Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura. En todos esos viajes, incluido el de Cuba, casi siempre iba acompañado de mi mujer, al igual que casi todos los compañeros. Disfrutábamos muchísimo, pues al ser menos costoso íbamos mas personas.

Hay que resaltar que todas las actuaciones de La Parranda eran gratuitas pues su misión según los Estatutos era la de divulgar nuestro folclore de la manera más pura posible.

Cuando ya tuvimos un buen y amplio repertorio con temas inéditos y muy bonitos quisimos grabar un disco y La Orden nos apoyó financiándolo. Wilo era el que más temas aportaba; luego habían dos de un compañero llamado Domingo Martín y también había un tema mío de corte costumbrista en el que habían diálogos del pastor y cantos de trabajo, que gustaban muchísimo.  El disco se grabó y quedó bastante bien.

A propósito de mi tema de corte costumbrista, les voy a contar otra emotiva anécdota: En aquellos años el Gobierno de Canarias destinó unas ayudas para que los emigrantes canarios de cierta edad volvieran a su tierra, bien de visita o para quedarse a vivir en ella. Así que también algunos iban a visitar la casa de La Orden del Cachorro Canario en donde se les recibían y atendían con un pequeño refrigerio. Coincidió la visita de dos matrimonios que tendrían cerca de los ochenta años con un ensayo de La Parranda. Se les invito a presenciarlo y se sentaron frente a nosotros. Se les veía disfrutar con nuestra música folclórica sobre todo. Entonces, como última pieza a ensayar, hicimos «Aromas de mi Tierra». Este tema se dividía en dos partes: una cantada y con musica cuyo autor es Wilo, el director, y otra que era la parte costumbrista que como ya dije era mía. Empiezo yo con los diálogos del pastor con la colaboración de otro compañero, Pepe Santana, que hacia de mi hijo, (el chiquillo), y con los cantos de trabajo que hacían otros compañeros. Al finalizar, los dos hombres se levantaron de sus asientos y se abalanzaron sobre mi y me abrazaron con las caras totalmente humedecidas por las lágrimas, al tiempo que me decían: «Nos ha hecho usted recordar lo que eran nuestras vidas en el campo hasta que partimos para Venezuela». Fue muy bonito y emotivo. A mi también se me saltaron las lágrimas.

El gobierno de la Orden esta regido por una Junta Directiva que se renueva mediante votación de sus socios cada tres años. Esta Junta Directiva esta compuesta por un Presidente, un Vicepresidente, un Secretario y un vicesecretario; un Tesorero; un Contador y tres Vocales. Por una buena idea de Jaime Llinares en una de sus varias etapas como Presidente, se nombran una serie de personas, idóneas para cada cargo, con el título o cargo de Delegados de Área, que son en realidad quienes hacen funcionar a La Orden. Por ejemplo: El Delegado del Área de Música, es el responsable de la Parranda, y de todos los actos musicales; el del Área de Relaciones con el exterior se encarga de todas las relaciones de La Orden con las otras Islas y con aquellos países como Venezuela o Cuba donde hay tantos miles de canarios o descendientes de canarios. Aquí quiero destacar a la persona que yo creo  que más ha hecho en esta Área, Rafael Hernández Morin.

También existe dentro de la Orden un Órgano muy importante como es El Consejo de Mayores, cuya misión es la de observar y exigir que La Junta Directiva no se desvié de los Estatutos.

Todos los Jueves primero de mes se celebra una Asamblea Informativa, en la que la Junta Directiva da cuenta de todo lo acontecido en el mes anterior así como del movimiento económico y lo previsto para el mes siguiente. Al final se presentan las peticiones de nuevos socios, si las hubiera, y por último se establece un turno de «Ruegos y Preguntas» en el que los socios que lo deseen piden aclaración a las cuestiones que estimen conveniente o proponen alguna idea o sugieren algún asunto.

Otra de las Áreas es la de «Transmitir» y aquí me apetece destacar, porque se lo merece con creces, a la que ha sido durante más tiempo Delegada de dicha Área, Macarmen, pues creo que ha hecho una buenísima labor, porque conviene recordar que fue ella la que inició la visita de los Colegios a la casa de La Orden del Cachorro Canario.

Es todo un éxito del Delegado de dicha Área conseguir que todos los viernes por la mañana viniera a nuestra Sede un Colegio de nuestra Isla a vivir con nosotros una mañana llena de canariedad en la que tratábamos de inculcarles de una manera amena la importancia de mantener viva nuestras viejas costumbres y tradiciones; nuestro acerbo cultural.

Juan Valeron y yo, nos alternábamos semanalmente, éramos los encargados de hablarles de lo que consideramos nuestro símbolo musical que es el TIMPLE. Otros compañeros le hablaban de otras materias. Y generalmente El Presidente de La Orden les hablaba de La Asociación, de su filosofía y con que fin se había creado. Alguna vez cuando Jaime no pudo venir, lo hacía yo antes de hablarles del timple. Yo trataba de hacer mi charla sobre el timple, que duraba en torno a la media hora, lo mas amena posible, para ello la dividía en tres partes: La descripción de las diferente partes en que se divide el timple; sus orígenes y su evolución. Como final cantábamos todos unos estribillos de isas. Los niños disfrutaban a rabiar y al final te hacen muchas preguntas, lo que significa el grado de atención e interés que han puesto.

Lo cierto es que yo disfrutaba con ese contacto tan directo con los cuarenta o cincuenta chicos/as que acudían semanalmente, a los que trataba de inculcar de que serian nuestro relevo. Yo también involucraba a los profesores durante mi alocución y luego solía mantener con ellos una charla en privado. Me decían que ellos veían también esa necesidad pero que era un problema salirse del programa de las diferentes materias y que no les quedaba tiempo para hablarles de nuestra cultura. Que seria bueno que se hiciera presión sobre ello a las Autoridades Académicas para que se pudiera dedicar aunque fuera una hora semanal a este tema tan importante. Otro problema se presentaba cuando venían otros profesores de otras regiones de España. El tema no es sencillo, es mas bien bastante complicado. Yo ponía en conocimiento de la Delegada del Área todo esto para que lo comunicara a la Junta Directiva en sus reuniones semanales.

Un acto precioso es el que se produce anualmente el Viernes anterior al día de Canarias; se invitan a todos los colegios que habían pasado por La Orden durante el año escolar a una fiesta Canaria en la Plaza de Santo Domingo, que está justo frente a nuestra sede. Aquello es impresionante pues allí se reúnen más de mil niños y, lógicamente, se necesitan muchos colaboradores. Algunos iban desde la madrugada para empezar a hacer bocadillos para todos los niños. Yo he colaborado muchos años en el tema musical, pues siempre formábamos un grupo que les amenizaba la fiesta tocando temas de nuestro folclore.

Desde qué asistí por primera vez a una de las clases que impartía a los niños, tuve muy claro que esa era la labor más importante de todas las que realizaba la Orden. !Es que es nuestro relevo, nuestro futuro!. Y además podemos vaticinar sin temor a equivocarnos que lo van a tener más difícil que nosotros debido, como ya dije, al mestizaje que es inevitable que se produzca y que cada día se esta incrementando más. Lo que nos tiene que preocupar porque, como ya dije también, si nos descuidamos en dos o tres generaciones no sabremos ni quienes somos.

Y esto es amigos cuanto quería decirles de mi querida Orden del Cachorro Canario, en donde ha habido etapas, durante casi quince años que llevo en ella, en las que he sido muy feliz.