- Se entregarán un total de 150.000 mascarillas y 150.000 guantes a los colegiados de la provincia
- La recepción del material se realiza de forma escalonada debido a las restricciones en el transporte internacional
- Se completa así el pedido inicial EPI básicos, mascarillas quirúrgicas tipo IIR y guantes
- La inversión total del Colegio ha sido de 130.000 euros para proteger a los colegiados de la provincia
El Colegio de Médicos de Las Palmas recibirá 100.000 mascarillas y 100.000 guantes más. Se completa de esta forma el pedido inicial que la Institución realizó para proteger a los colegiados de la provincia con equipos de protección individual (EPI) básicos.
El número total de unidades que el Colegio entregará será de 150.000 mascarillas quirúrgicas tipo IIR y 150.000 guantes. El material se está distribuyendo de forma personal a los colegiados.
La inversión total del Colegio ha sido de 130.000 euros para proteger a los colegiados de la provincia, incluyendo compra de material, transporte internacional, pago de impuestos y aduanas.
Los guantes y mascarillas se reciben de forma escalonada debido a los límites de las plazas de transporte que imposibilitan una única recepción. Mediante una operación de compra, la institución colegial adquirió EPI básicos, formado en total por 150.000 mascarillas quirúrgicas tipo IIR y 150.000 guantes.
Pedro Cabrera, presidente del Colegio, remarca el papel defensor de la profesión del Colegio de Médicos de Las Palmas en esta crisis del Covid-19, ya que “a pesar de las carencias globales sigue facilitando equipos básicos de protección individual a toda la colegiación que lo necesite”. Los médicos son un colectivo sanitario de especial vulnerabilidad que ha padecido un elevado número de contagios por Covid-19.
Pedro Cabrera destaca el enorme esfuerzo logístico del Colegio para la obtención del material, recepción y su distribución, “nos hemos encontrado con enormes dificultades en todo el proceso: primero, para conseguir el material en el mercado internacional y nacional; segundo, la complejidad del transporte aéreo actual y la carencia de plazas de transporte que se han ido encareciendo de forma gradual; y tercero, los constantes incumplimientos de los compromisos de entrega”.