El alcalde, Gonzalo Rosario, resume en un artículo este periodo como ‘El año más difícil’.
El grupo de Gobierno municipal ha realizado un balance del primer año de mandato en el Ayuntamiento de Teror, con un artículo publicado por el alcalde, Gonzalo Rosario, titulado “El año más difícil”. El primer edil pone de manifiesto que “desde luego, no ha sido un año fácil. Más bien lleno de preocupaciones y muchas ocupaciones para sacar adelante situaciones no previstas y momentos difíciles como consecuencia del coronavirus. Sin embargo, la estabilidad, armonía y fortaleza del pacto de Gobierno municipal nos ha permitido no perder el rumbo que nos marcamos en junio de 2019”. A través del artículo, publicado este domingo 21 de junio en el periódico Canarias 7, Gonzalo Rosario repasa alguno de los logros del primer año de mandato y también habla de los que no han marchado al ritmo que les hubiese gustado al Gobierno municipal.
EL AÑO MAS DIFÍCIL / Gonzalo Rosario Ramos
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“Hace justo un año, cuando tomé posesión como alcalde de Teror, nadie me iba a decir que en este mandato tendríamos que tomar algunas de las decisiones más difíciles de mi vida en política, y enfrentarme a situaciones nunca imaginadas, como tener que suspender las Fiestas del Pino debido a una pandemia. Ha sido este un año complejo, que nos ha enseñado a todos y todas, a descubrir otras facetas de la vida, de las relaciones, de las verdaderas necesidades, y de las consecuencias que puede ocasionar cualquier catástrofe natural en todos los ámbitos de la existencia.
El gran incendio que asoló a la isla y en especial al municipio vecino de Valleseco el pasado verano, estando a las puertas de llegar a Teror, la peregrinación de la imagen de la Virgen del Pino por los municipios afectados por el incendio, a la cual acompañamos a diario, o la pandemia por el Covid-19, han marcado en muchos aspectos la hoja de ruta del último año en Teror, igual que habrá ocurrido en otros municipios, con los que hemos compartido momentos de verdadera solidaridad.
Desde luego, no ha sido un año fácil. Más bien lleno de preocupaciones y muchas ocupaciones para sacar adelante situaciones no previstas y momentos difíciles como consecuencia del coronavirus. Sin embargo, la estabilidad, armonía y fortaleza del pacto de Gobierno municipal nos ha permitido no perder el rumbo que nos marcamos en junio de 2019, el de afrontar un ambicioso proyecto para el municipio con más de un centenar de acciones, donde la atención social y los servicios esenciales son el eje fundamental.
En este año de Gobierno en el Ayuntamiento de Teror, hemos puesto en marcha muchos proyectos de presente y futuro para el municipio, algunos de ellos ya realizados o en ejecución, como pueden ser la remodelación del acceso a Teror desde el Cruce de Los Llanos al Centro de Salud, o el acondicionamiento del Parque Manuel Verona, el parque infantil de Arbejales, los aparcamientos del Cementerio municipal y del Área de Los Granadillos, la renovación del césped en el Campo de fútbol, asfaltados de varias vías del municipio, creación del área polivalente de San José del Álamo, mejoras en la red de alcantarillado, la creación del Punto Limpio o mejoras en el servicio de recogida de residuos. Pero también en el ámbito social, cultural, deportivo, de participación ciudadana o medioambiental, se ha trabajado intensamente para dar respuesta a las necesidades y a la demanda de la ciudadanía.
El Ayuntamiento de Teror tiene en marcha este año una inversión de más de 7 millones de euros en obras de infraestructuras, que repercuten de forma directa en la dinamización de la economía del municipio. Es el resultado de muchas gestiones con otras administraciones para conseguir financiación y dotar a Teror de unas instalaciones y servicios modernos. En estos momentos, es fundamental la inversión para afrontar la situación de crisis, para crear empleo, y sobre todo, para generar ilusión.
No cabe duda de que la situación vivida en los últimos meses con la pandemia ha ralentizado la gestión administrativa de todas las Instituciones, y que hemos tenido que dedicar mucho tiempo y esfuerzo a buscar soluciones urgentes a situaciones nuevas. Confío en que los efectos de esta crisis sanitaria y económica nos ayuden a dar soluciones más rápidas para ser más efectivos desde las instituciones públicas.
Reconozco que hay proyectos de especial envergadura para el municipio, que no han marchado al ritmo que nos hubiese gustado, y como estaba previsto. Uno de ellos es la construcción de la Residencia de Mayores de Teror, que por fin ya ha iniciado las obras a principios de junio después de muchos avatares, y tengo la confianza en que el próximo año esté terminada. Otro es la finalización del acondicionamiento de la carretera de Teror que, aunque es un proyecto del Cabildo de Gran Canaria, nos preocupa por lo que afecta a la comunicación con la capital y a las empresas del municipio. Tras la reciente modificación presupuestaria del proyecto, por unos dos millones de euros, espero que podamos disfrutar en unos meses de esta magnífica obra que se está realizando, y que pese a las molestias en su ejecución, una vez culminada aportará un gran valor añadido a la conectividad y por ende a la economía del municipio.
La situación del suministro de agua de abasto es otro de los problemas que preocupa y ocupa al Gobierno municipal, principalmente con la llegada del verano y tras un mayor consumo por el confinamiento. La solución está en la impulsión de agua desalada desde la costa, ya que los recursos acuíferos están al mínimo por las escasas lluvias, y tratamos de buscar soluciones definitivas a este problema. Ya estamos junto con el Cabildo con la tarea de hacer realidad esa infraestructura vital para Teror.
Les confieso que nos gustaría tener una varita mágica para dar respuesta a estas situaciones y a los problemas que diariamente se presentan. Y sobre todo a las personas que lo están pasando muy mal por la difícil situación socioeconómica o de salud que atraviesan. Para ello trabajamos desde el Gobierno municipal, tratando de encontrar soluciones reales a los problemas, aunque en ocasiones los tiempos administrativos son más largos de lo que nos gustaría y necesitamos.
El primer año de mandato en un Gobierno suele ser el más difícil, y éste lo ha sido con creces por la situación sobrevenida de crisis sanitaria y económica. Nos quedan tres años por delante. Pese a la incertidumbre actual, donde desconocemos los efectos de la pandemia y la repercusión económica en las administraciones públicas, pondremos todo nuestro empeño desde el Gobierno municipal de Teror para culminar los proyectos de progreso que nos hemos marcado en este mandato. Ha sido éste un año complejo, en el que se han conseguido muchas cosas que a simple vista aún no se aprecian, y que iremos descubriendo poco a poco.”