Tus luceros encienden la mañana llenando mi pupila de ilusiones, llegan acelerando corazones y el mío con el tuyo se desgrana.
Tic tac enloquecido, enamorado, a galope recorre todo el día fundiendo tu mirada con la mía, volviendo mi temor edulcorado.
Ya nada me detiene la ilusión y te miro, te observo y te deseo, sabiendo que tu cuerpo es mi misión.
Tus labios, poco a poco, mordisqueo, despertando la furia del dragón e incendiando la cumbre del deseo.
Inma Flores © |