En el año 2018, fue declarada como Isla, el hasta entonces Islotes de “La Graciosa” como la octava Isla del Archipiélago canario, pero de siempre los canarios llamamos a Venezuela nuestra “octava Isla”, como agradecimiento por lo que tanto nos aportó al pueblo canario.
Por ello hoy mi pincelada histórica y a título de homenaje, me voy a referir a nuestra “segunda madre y patria “in pectore”.
VENEZUELA
Se dice que el país debe su nombre a que Américo Vespucio, al ver los “palafitos” sobre los que vivían los indígenas, pensó en una “pequeña Venecia”, nombre que inspiró a Alonso de Ojeda para denominar a las nuevas tierras continentales descubiertas.
Así en 1498, en el marco de su tercer viaje, el almirante Cristóbal Colón navegó cerca del delta del Orinoco, para luego internarse en el golfo de Paria. Colón en su carta a los Reyes Católicos, expresa haber llegado al «paraíso terrenal», y confundido por la inusual salobridad de las aguas, escribe:
“…Torno a mi propósito referente a la Tierra de Gracia, al río y lago que allí hallé, tan grande que más se le puede llamar mar que lago, porque lago es lugar de agua, y en siendo grande se le llama mar, por lo que se les llama de esta manera al de Galilea y al Muerto. Y digo que, si este río no procede del Paraíso Terrenal, viene y procede de tierra infinita, del Continente Austral, del cual hasta ahora no se ha tenido noticia; más yo muy asentado tengo en mi ánima que allí donde dije, en Tierra de Gracia, se halla el Paraíso Terrenal.”
Si, Colón denominó a estos parajes paradisíacos como “Tierra de Gracia”
Los primeros humanos se establecieron en lo que hoy conocemos como Venezuela hace cerca de 30, 000 años.
Entre las tribus más importantes se destacaban los “Timoto-cuicas” ubicados en los Andes y vinculados cultural mas no lingüísticamente a los “Chibchas”;
Por su parte, los “Caribes”, se distribuían en las regiones del oriente y centro del país en Guayana, parte del Zulia y los Llanos, quienes después de conflictos territoriales adquirieron la costa norte de Sudamérica y se extendieron a las Antillas; Luego tenemos los “Arawakos”, asentados en parte de las regiones de lo que hoy es el estado Amazonas, buena parte del occidente, centro occidente y parte de las costas. Algunos pueblos de filiación “Arawak” son los “Wayúu”, asentados en el occidente del país hacia el norte, y los “Caquetíos”, que poblaron el norte del actual estado Falcón y que fueron desplazados por los conquistadores hacia los llanos occidentales.
También hubo migraciones menores de grupos independientes que poblaron la cuenca del río Orinoco y otras zonas restringidas del país.
Los materiales predominantes para la construcción de viviendas usados por los indígenas de Venezuela eran el barro, paja u hojas de palma para edificar viviendas, como palafitos construidos con madera, cañas y paja. Aunque Los Timoto-Cuicas, utilizaban la roca como principal material arquitectónico
La actual Venezuela, oficialmente llamada República Bolivariana de Venezuela, es un país soberano situado en la parte septentrional de América del Sur y el Caribe, constituido por un área continental y por un gran número de islas e islotes en el mar Caribe y cuya capital y mayor aglomeración urbana es la ciudad de Caracas,
Venezuela obtienen su independencia de España en 5 de junio de 1811 de la mano de Simón Bolívar o por lo menos fue ese día cuando redactaron una constitución
El 5 de julio de 1811 es la fecha en que Venezuela proclamó su independencia del dominio español. En esa fecha, el Congreso Nacional de Venezuela firmó el Acta de la Declaración de Independencia, un documento que declaraba la independencia absoluta de Venezuela de España. Este evento marcó el inicio de la Guerra de Independencia de Venezuela y es conmemorada como el “Día de la Independencia de Venezuela”.
El 5 de julio de 1811, el Supremo Congreso de las Provincias Unidas de Venezuela, reunido en Caracas, declaró la independencia de Venezuela. Esta declaración se fundamentó en la idea de que la colonia venezolana debía ser independiente de la monarquía española debido a la injusticia y el dominio español sobre la región.
El Acta de la Independencia de Venezuela, redactada y firmada en esa fecha, fue un documento clave en el proceso de independencia de Venezuela. En él se declaraban las causas y razones que llevaron a la separación de España, y se establecía la independencia de Venezuela como un Estado soberano.
A partir de ese momento, el país luchó por su independencia en una guerra que duraría años.
Posee Venezuela una extensión territorial de 916. 445 km².
El territorio continental limita al norte con el mar Caribe y el océano Atlántico, al oeste con Colombia, al sur con Brasil y por el este con Guyana, que por cierto, con este último país, el Estado venezolano mantiene una reclamación sobre 159.542 km² de territorio al oeste del río Esequibo
El territorio conocido actualmente como Venezuela fue colonizado por España en 1522, en medio de la resistencia de los pueblos indígenas que habitaban la región.
A fines del siglo XVIII y principios del XIX, las ideas de independencia y libertad se difundieron por América Latina, y en 1811, Venezuela se convirtió en uno de los primeros territorios hispanoamericanos en declarar su independencia de España.
La lucha por la independencia venezolana fue liderada por destacadas figuras como Francisco de Miranda, precursor de la independencia; Simón Bolívar, el Libertador; y José Antonio Páez, entre otros.
Estos líderes encabezaron varias campañas militares contra las fuerzas coloniales españolas, logrando importantes victorias como la Batalla de Carabobo en 1821, que fue crucial para la consolidación de la independencia de Venezuela y de la Gran Colombia,
Pero vayamos a la relación histórica entre Canarias y Venezuela que es fascinante y compleja, cargada de migraciones, intercambios culturales y conexiones familiares profundas.
Durante los siglos XIX y XX, muchos canarios emigraron a Venezuela en busca de mejores oportunidades económicas, especialmente durante tiempos de crisis en el Archipiélago Canario, azotado por las diferentes invasiones del “cigarrón negro”, que arruinaban cosechas enteras y falta de oportunidades para desarrollarnos.
Este flujo migratorio ha sido tan significativo que Venezuela llegó a ser hasta el año 2018, conocida como la «octava isla» de Canarias entre los isleños, además de: “nuestra segunda patria o nuestra madre adoptiva”, como le llamaban otros.
La migración no fue solo un movimiento físico, sino también un intercambio cultural rico.
Los canarios llevaron a Venezuela sus tradiciones, como la música folclórica, la gastronomía y las fiestas populares, que se fusionaron con las costumbres locales.
A su vez, muchos canarios que regresaron al Archipiélago después de años en Venezuela trajeron consigo influencias del otro lado del Atlántico, enriqueciendo aún más la cultura canaria.
El término «Isla» que usan los canarios para referirse a Venezuela refleja esa cercanía emocional y cultural.
En las novelas y relatos que evocan esta relación, suelen explorarse temas de nostalgia, raíces, identidad compartida y la añoranza de la «tierra prometida».
Autores tanto canarios como venezolanos han capturado estas historias, mostrando cómo las experiencias migratorias entre ambas regiones han moldeado familias y comunidades.
Pero citemos algunas tradiciones canarias que se adoptaron en Venezuela como:
La gastronomía: los canarios llevaron platos típicos como las arepas, que, aunque ya existían en Venezuela, fueron reinterpretadas por los canarios con rellenos y sabores de su tierra. También se popularizó el uso de las papas arrugadas con mojo y el gofio (harina de cereales tostados) como parte de la dieta venezolana.
Las Fiestas populares: la celebración del Día de San Juan, es un ejemplo destacado, con su música, baile y rituales, que se mezcla con las tradiciones afrodescendientes de Venezuela, creando una festividad única.
Nuestra música y folclore: los géneros musicales como las isas y las folías, típicos del folclore canario, tuvieron influencia en la música venezolana, especialmente en las regiones donde los canarios se establecieron en mayor número.
La religiosidad: la devoción a la Virgen de Candelaria, también llegó a Venezuela. En algunos lugares, como en Candelaria (estado Carabobo), se honra de manera similar a como se celebra en Tenerife.
Estas tradiciones, entre otras, son testimonio del vínculo profundo entre ambos pueblos, donde la diáspora canaria ha dejado una huella cultural significativa en Venezuela.
La migración canaria dejó una huella profunda y multidimensional en la cultura venezolana, influyendo en diversos aspectos que hoy forman parte del tejido cultural del país:
Además, contribuyeron a la tradición de las sopas y guisos caseros que aún hoy perduran.
El lenguaje y expresiones: la migración también trajo consigo modismos y acentos propios de Canarias que se fusionaron con el español venezolano, particularmente en las regiones donde la población canaria fue más numerosa.
La agricultura y comercio: los canarios desempeñaron un papel importante en la expansión de la agricultura en Venezuela, especialmente en el cultivo de plátanos y caña de azúcar, así como en el desarrollo del comercio local.
Los lazos familiares y sociales: La comunidad canaria promovió valores como la solidaridad y el trabajo colectivo, integrándose con calidez en las comunidades venezolanas. Las migraciones generaron redes familiares y sociales entre ambas regiones, creando una identidad compartida.
En resumen, la presencia canaria no solo enriqueció a Venezuela cultural y económicamente, sino que también creó un vínculo emocional entre ambos territorios que perdura hasta nuestros días.
La migración forjó una conexión única, donde las tradiciones isleñas tomaron nuevas formas al cruzar el Atlántico.
Antes les hablé de la influencia canaria en la cocina venezolana era notable, especialmente en platos tradicionales que muestran cómo las costumbres culinarias cruzaron el Atlántico y se adaptaron a los ingredientes locales.
Como el Sancocho de pescado: aunque el sancocho es típico en muchas regiones de América Latina, la versión venezolana muestra una clara influencia canaria. Los isleños llevaron sus recetas de potajes y guisos a base de pescado y verduras, que se adaptaron a los ingredientes disponibles en Venezuela.
El Gofio: los migrantes canarios introdujeron el gofio, que es una harina de cereales tostados, como complemento en muchos platos venezolanos, especialmente en sopas o incluso mezclado con leche.
La Tortilla de plátano: este platillo es una adaptación de la tortilla de papas típica de Canarias, pero se transforma en Venezuela utilizando plátanos maduros, combinando las tradiciones isleñas con los productos locales.
La Arepas con rellenos isleños: aunque las arepas ya eran autóctonas de Venezuela, los canarios trajeron sus influencias en los rellenos, como los guisos con pescado salado o las combinaciones de queso y mojo.
Los Dulces: algunas recetas de dulces tradicionales venezolanos, como los bizcochos y las quesadillas, tienen raíces en la repostería canaria. Las quesadillas de queso, típicas en algunas zonas venezolanas, recuerdan a las quesadillas herreñas de El Hierro.
Estos platos no solo reflejan la integración de culturas, sino también el ingenio de los migrantes para adaptar sus tradiciones a un nuevo entorno. La comida sigue siendo un puente poderoso entre Canarias y Venezuela, simbolizando una conexión que trasciende generaciones.
Hoy ese pueblo hermano, por desgracia, sufre la tiranía de un lobo dictador con piel de cordero, que, aunque hace tan solo unos meses perdió las elecciones, no ha aceptado apearse del poder como le ordena su Constitución y se mantiene apoyado por el ejército con mano dura, empobreciendo día a día a la nación, que se ha quedado aislada del mundo y esperando a que los países democráticos le echen una mano y los libere de la tiranía de Nicolas Maduro.
Decir que toda Venezuela está llena de lugares maravillosos a visitar, pero si nombrara uno a uno, no tendría con un solo artículo; pero yo no me quiero despedir sin hacer mención a ese autentico paraíso, único en el mundo, que es Canaima, situado en plena selva venezolana y que, visité con solo 26 años, quedando enamorado de por vida.
Canaima es mucho más que un destino turístico: es una joya geológica, ecológica y cultural ubicada en el estado Bolívar, al sureste de Venezuela
El Parque Nacional Canaima fue fundado en 1962 y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 19942
Tiene una extensión de más de 30,000 km², lo que lo convierte en uno de los parques nacionales más grandes del mundo y está dominado por los “Tepuyes”, mesetas rocosas con cimas planas y paredes verticales que datan de hace más de 1.500 millones de años
En él se encuentra el Salto Ángel que es es la cascada más alta del mundo, con una caída libre de 979 metros desde el “Auyantepuy”
Su nombre indígena es “Kerepakupai Merú”, y es considerado sagrado por el pueblo pemón
Canaima es el hogar de especies únicas como el jaguar, oso hormiguero gigante, águila harpía, y muchas plantas carnívoras endémicas.
Un ecosistema que van desde selvas tropicales hasta sabanas y zonas montañosas
El parque es territorio ancestral del pueblo “Pemón”, que mantiene una conexión espiritual con los “Tepuyes”
No hay carreteras que lleguen directamente a Canaima; se accede por un avión desde Caracas, que aterriza en una pista de tierra abierta en la misma selva
Mi experiencia inolvidable fue la de Navegar en “curiaras” (canoas indígenas) por ríos como el Carrao y el Churún
Y la inolvidable excursión de cinco días rio arriba que hice hasta Salto Ángel, Laguna de Canaima, Salto El Sapo, y Monte Roraima
Y el senderismo, baños en pozos naturales, que allí existen parecen sacados de otro planeta.
Como anécdota les contaré que, un indígena del lugar, me dijo, cuando sorprendido observaba aquellas aguas del rio de tonalidad rojiza, debido a la gran cantidad de hierro que poseen, que, si las bebía de ellas, volvería al menos una vez mas a Canaima; Hoy tengo 73 años y entonces solo 26; no he vuelto físicamente al lugar, pero como si nunca hubiera salido de aquella maravillosa selva, porque su paisaje y el cariño que me mostraron sus lugareños; “los indios”, quedaron grabado en mi corazón y creo que para siempre.
Y como decimos en Canarias… ¿Quién me quita cristiano el que vuelva algún día?, pues… ¡Casos se han dado! Jajajajaja
¡QUÉ COSAS!
Fdo: Julio César González Padrón
Marino Mercante y Escritor