Imagino que la mayoría de ustedes comparte conmigo la idea de que el sector público debería regirse por los mismos cánones de productividad que el sector privado siempre que se den una serie de condiciones que así lo justifiquen. He mamado la política en mi casa desde niño. Mi padre fue un político que trabajó y peleó por conseguir siempre que Teror evolucionase en bienestar y calidad de vida mientras estuvo gobernando durante 12 años como Concejal y Teniente de Alcalde, además de un breve paso como Alcalde de unos meses. Durante todo ese tiempo, mi padre no recibió nunca ni una sola peseta por ser político gobernante. De los Concejales del Grupo de Gobierno de esos 12 años, solo Cayo Yánez cobraba un salario por ser el Alcalde. El resto de Concejales no percibían nada. Seguían en sus trabajos y pasaban a firmar documentación que los Técnicos del Ayuntamiento les preparaban según fuesen sus delegaciones. ¡Cómo ha cambiado el panorama desde entonces, amigos!.
En la actualidad, el grupo de gobierno del Ayuntamiento de Teror está compuesto por 11 Concejales, cobrando todos en exclusiva del Ayuntamiento (aunque se enmascara con dedicaciones parciales del 95% de la jornada en varios casos para cumplir con la Ley de Racionalización y Sostenibilidad). Sus salarios (solo los salarios) nos cuestan a todos la friolera de más de 500.000 euros al año del presupuesto municipal. Esta escandalosa cifra no debería ser analizada así, en seco, sino que deberíamos analizar la productividad de su trabajo tal y como se realiza en cualquier empresa o entidad pública. Es de perogrullo afirmar que todos los que estamos leyendo esto, recibimos un salario por el trabajo que desempeñamos. Para no extendernos: cobramos por el trabajo que realizamos. Los actuales políticos de Teror son políticos profesionales, o sea, cobran por trabajar como Concejales. En el caso de la política hay dos opciones:
- Eres Concejal y NO cobras por ello, limitándose exclusivamente tus actos y decisiones a lo que los Técnicos municipales puedan desarrollar como estrategias políticas que tú como político les marques. En este caso, la responsabilidad de lo que ocurra en la gestión de sus áreas de gobierno está directamente asignada a los Técnicos municipales, los cuales son los que cobran un sueldo como profesionales y ponen bajo su criterio profesional, las acciones en marcha.
- Eres Concejal y COBRAS como Concejal en exclusiva por dedicarte íntegramente a las labores de Concejal. En este caso la cosa cambia y mucho. Como dijimos anteriormente, cuando una persona cobra por un trabajo, es responsable directo de su gestión, entendiéndose que un Concejal es el máximo responsable de su gestión efectiva y ejecutiva si cobra en exclusiva del Ayuntamiento, ya que percibe un sueldo de grupo A1. Por tanto, si existen funcionarios que ejercen como Técnicos y tenemos un político profesional que cobra como Técnico, algo sobra.
La asunción de responsabilidades es algo que va aparejado a nuestro trabajo. Cuando algunos de ustedes realiza mal su trabajo o lo realiza de forma negligente, lo normal es que sea despedido en la empresa privada, ya que este trabajador supone un perjuicio a esa empresa y se perjudica la imagen social corporativa. En el caso de los funcionarios públicos, se nos abriría expediente sancionador con lo que ello supone. Pero, ¿y a un político profesional que cobra por ello, qué?.
Recuerdo oír discursos de antiguos Alcaldes socialistas de Teror en los que defendían su plena dedicación a su labor y la de sus Concejales. Que estaba más que justificado el sueldo que cobraban y que estaban 24-7 al servicio del pueblo. Estas falacias grandilocuentes que engañan a los menos avezados, pretenden justificar que solo por el hecho de estar, ya se está haciendo algo y nada más lejos de la realidad. Valga como ejemplo muy sencillo la labor de un agricultor: tiene sus tierras, su agua en el estanque y la semilla en el almacén, pero si no se mueve y cultiva, nada saca. Con este ejemplo solo quiero recomendarles que buceen y lean en internet los programas electorales de los políticos que nos gobiernan y comprueben ustedes mismos la productividad de las promesas y compromisos de esos políticos que nos llevan gobernando décadas en Teror. Podrán leer cosas tan maravillosas repetidas una y otra vez como:
– Planes de barrios: todos los barrios siguen igual que hace décadas, ninguno ha mejorado ninguno de los problemas que tenía y sigue teniendo.
– Carreteras: ensanches en barrios que nunca se han realizado, aceras prometidas que nunca has transitado y rotondas y accesos nuevos que han quedado en el olvido absoluto.
– Deportes: una zona deportiva presentada hace años en el Auditorio que ni mis nietos verán, además de Canchas como la de El Hoyo que es una vergüenza que apareció durante 4 períodos electorales seguidos y nunca se realizó.
– Obras como la remodelación del Casino cuando no se ha modificado ni el PEPRI en cuestión para poder hacerla o la Sede de la Banda de Música. Y podríamos seguir, pero recomiendo que se lean esos programas electorales de quienes nos gobiernan para poder sacar sus propias conclusiones acerca de la productividad de su trabajo como políticos profesionales.
A todo esto le unimos lo siguiente: Teror cuenta con 11 políticos profesionales que cobran en exclusiva del Ayuntamiento, pero muchos servicios son delegados a empresas privadas donde le pagamos el sueldo hasta al Gerente o Gestor de esa empresa. Vamos con un ejemplo muy claro: Concejalía de Deportes. Responsable de la gestión de todos los servicios deportivos de Teror, pero se delega en una empresa privada la gestión de la Zona deportiva de Los Llanos cuando tenemos: 1 Concejal que cobra en exclusiva del Ayuntamiento (es el mismo que el que lleva la Concejalía de Educación), 1 Coordinador Técnico Superior de Deportes y 1 Técnico deportivo en nómina como funcionarios laborales. Y teniendo a estas tres personas cobrando del Ayuntamiento, necesitamos una empresa privada a la que pagarle una millonada todos los años. ¡Ver para creer!.
¿Qué falta de sinceridad nos rodea en todo lo que ataña a los políticos de Teror?. En este último mes hemos asistido a uno de los episodios más vergonzosos que como terorenses hemos pasado: el tema de la luz del Colegio Monseñor Socorro. Hemos asistido a un cúmulo de despropósitos de tal calibre, que prácticamente nadie se salva, y me explico a continuación.
Cambio de contador: todos sabemos a estas alturas que la responsabilidad política directa (ya que es un político profesional, tal y como expliqué al principio de este artículo) es del Concejal socialista de Educación, no ha dicho absolutamente nada al respecto, cosa extremadamente sospechosa pero que refrenda esa cobardía política que nos acompaña en Teror. ¿Tenía conocimiento, como político profesional que es, de las consecuencias que tenía ese cambio de contador?. Si la orden y autorización del cambio de contador, teniendo conocimiento de lo que se venía con ese cambio, fue de Él, la dimisión es lo mínimo por decencia política que puede hacer. Si este Concejal lo desconocía por ignorancia acerca de este tipo de instalaciones y fue un Técnico municipal el que autorizó el cambio, que se expediente al Técnico y se le aparte del servicio por conducta negligente como funcionario.
Lo blanco es blanco y lo negro es negro: si desde el grupo de gobierno ya se ha identificado al responsable (que a estas alturas, está claro que tiene que ser así), ¿por qué no se asumen responsabilidades y se identifica a la persona que ha causado este desastre?. ¿Qué miedo hay a decir “es este señor el culpable” y que se depuren responsabilidades?, más sabiendo que sea el Técnico funcionario o sea el Concejal, los dos cobran por su trabajo como profesionales.
El pueblo de Teror no está cansado solo de que no haya luz en el Colegio, ni que la Piscina lleve 5 años cerrada, ni que no se inaugure la Residencia a pesar de llevar casi 1 año terminada, el pueblo de Teror está cansado de trolas, mentiras y medias verdades entre quienes nos representan y deberían ser certeros y responsables dándonos la información real y sin pretender tapar las miserias de otros compañeros de pacto. Que cada uno apechugue con lo que le toca, porque es responsable directo desde el momento en el que cobra. Y si no, ¿para qué te metiste?.