Tesis doctoral en La Laguna sobre Armas Marcelo, León Barreto y Víctor Ramírez

La Universidad de La Laguna ha acogido recientemente la defensa de la tesis doctoral de la tinerfeña Virginia Martín Dávila, titulada “La isla se autodescribe. Personaje, modelo de mundo e identidad en la narrativa de J. J. Armas Marcelo, Luis León Barreto y Víctor Ramírez entre 1978 y 1988”, calificada con un sobresaliente cum laude. El acto académico, que tuvo lugar el 24 de julio en la Sala de Audiovisuales de la Sección de Filología, estuvo acompañado de los dos directores de la investigación, los profesores Félix Ríos, presente en la sala, y Francescu Sedda, conectado por videoconferencia desde Italia.

Así, se analizan tres obras de los autores más canónicos dentro de esta generación legendaria de las letras canarias, tanto a nivel académico como social y de ventas en el mercado. Se trata de Las naves quemadas (1982), de J.J. Armas Marcelo; Las espiritistas de Telde (1981), de Luis León Barreto; y Nos dejaron el muerto (1984), de Víctor Ramírez.

La primera novela recrea la odisea de la conquista de América entre los siglos XV y XVI, partiendo de una isla canaria imaginaria en una mezcla de reconstrucción literaria y ficticia. La segunda de ellas propone un rastreo por la historia del mestizaje cultural de Telde, tanto de la raíz prehispánica como todo lo que vino después como paradigma de la fusión cultural que existe en Canarias y las creencias que van más allá de la religión. La última obra, que inspiró la película La caja (2007), parte de la muerte del odiado don Lucio, para, a través de los ojos de un niño que asiste como testigo al velatorio, hilar la vida de los habitantes de un barrio de Las Palmas de Gran Canaria durante la posguerra.

Si bien Armas Marcelo es un autor con mucha proyección nacional e internacional, principalmente en América latina, León Barreto es un ejemplo de reconocimiento a nivel regional, como precursor de su generación. Por su parte, Ramírez lleva su esfera literaria a lo más local, al propio barrio, y la reproducción de dialecto canario, aunque es un escritor que ha tenido una mayor trascendencia a nivel geográfico en las últimas décadas.

A pesar de sus diferentes ángulos, los tres autores confluyen en esta tesis como máximos exponentes del cambio de paradigma literario que se vivenció en Canarias en el período analizado y que pervive hasta el presente. En ese tiempo, las obras ya no estaban tan centradas en el paisaje, sino que los personajes se convirtieron en sujetos que viven la historia de Canarias, con todo lo nuevo que trajo este período de transición hacia la democracia y la construcción del Estado de las autonomías.

Esta generación de escritores canarios creó una nueva forma de entender el mundo, un nuevo modelo para la democracia y una nueva forma de entender Canarias. La lectura de sus novelas queda mediada por “la isla” como marco de las grandes configuraciones identitarias del archipiélago en esa búsqueda de autodefinirse. Esto aporta a la literatura canaria una nueva capacidad de la sociedad de leerse a sí misma, convirtiendo a las islas en un sujeto histórico que vive y toma valor a nivel de sistema. Se consigue una transformación en la significación de las relaciones locales, que no son espacios inmóviles o aislados, sino que están abiertos a las culturas y realidades en esta forja de la identidad.

 

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