Patrullas conjuntas de SEPRONA de la Comandancia de Las Palmas y Agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria refuerzan la vigilancia de la caza

  • Cazadores y   conductores   sancionados   en   un   operativo medioambiental

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas y el Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria han intensificado en las últimas semanas sus operativos conjuntos en diferentes puntos de la isla.

El objetivo principal es garantizar una vigilancia efectiva que prevenga infracciones durante la práctica de la actividad cinegética, reforzando al mismo tiempo la protección del medio ambiente y de los espacios naturales.

Para ello, ambos cuerpos han desplegado recursos materiales y humanos que incluyen drones, vehículos todoterreno de cuatro ruedas, motocicletas especializadas y patrullas a pie, configurando un dispositivo exhaustivo contra el furtivismo.

En el marco de estos servicios, se han detectado un total de 17 infracciones relacionadas con el incumplimiento de la orden de veda para el año 2025 y la Ley 7/98 de Caza de Canarias. Entre las más relevantes se encuentra la identificación de un cazador que triplicaba el número de perros autorizados para una sola persona, una práctica prohibida que impide el control efectivo de los animales limita la capacidad de huida de las especies y contraviene el espíritu deportivo de la caza.

Asimismo, durante las patrullas se constataron vulneraciones de otras normativas de protección medioambiental, bienestar animal y seguridad vial. Esto incluyó denuncias por circulación de vehículos fuera de caminos habilitados en espacios naturales protegidos, tenencia de perros sin la vacunación obligatoria contra la rabia, y la recuperación de un hurón abandonado.

En otro de los operativos, los agentes detectaron a un grupo de motoristas circulando por una pista forestal que, al notar la presencia policial, emprendieron la huida. En dicha maniobra, uno de ellos impactó contra un vehículo oficial, causando daños materiales. El conductor carecía de permiso de conducción, seguro de responsabilidad civil y permiso de circulación, lo que motivó su investigación por un presunto delito contra la seguridad vial, la inmovilización del vehículo y sanciones administrativas por las irregularidades detectadas.

Las autoridades recuerdan que las infracciones cinegéticas, como incumplir la orden de veda anual o la Ley de Caza de Canarias, pueden acarrear multas de hasta 9.000 euros e inhabilitación para el ejercicio de la caza. Asimismo, circular con vehículos motorizados fuera de caminos autorizados en espacios naturales protegidos se sanciona con entre 600 y 6.000 euros, y conducir sin permiso puede implicar penas de prisión de tres a seis meses, multas de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad.

Finalmente, se subraya la obligatoriedad de cumplir las normas de circulación en caminos no pavimentados, manteniendo vigente la documentación del vehículo y el seguro obligatorio, a fin de preservar la seguridad de todos los usuarios y proteger el patrimonio natural de Gran Canaria.

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