A las doce en punto, el sonido de las campanas, acompañado por la Charanga La Aldea y la Sabrosa Banda La Aldea, hizo vibrar a toda Gran Canaria, avisando así a los cientos de asistentes congregados en torno a la iglesia de San Nicolás, para recordar que La Aldea entra en una de sus semanas más esperadas.
Este particular tañido se celebra siempre el 1 de septiembre, es una forma simbólica y colectiva de animar a la población ya que, como explica el alcalde de La Aldea, Pedro Suárez, “ el repique de campanas supone un acto muy especial para nuestro pueblo, porque anuncia que ya estamos inmersos en nuestras fiestas grandes. Se trata de una llamada de encuentro, de alegría y de tradición en la que no falta la música ni el baile”.
En este sentido, la concejala de Festejos, Leandra Delgado, ha querido invitar a toda la población y las personas que visitan Gran Canaria por estas fechas a “ vivir intensamente cada actividad del programa, porque estas fiestas son el mejor reflejo del carácter alegre y acogedor de nuestro municipio”.