El Festival Beñesmer cierra su edición acercando ciencia, identidad y tradición a un público enamorado de las raíces canarias

El Festival Beñesmer puso este sábado el broche de oro a una edición que desde su jornada inaugural, conquistó al público con una propuesta cultural con sello ancestral e identitario, que combinó ciencia, cultura, divulgación, cine y experiencias participativas en torno a las raíces canarias. 

Durante dos días, el barrio costero de El Agujero se transformó en un punto de encuentro para investigadores, divulgadores, artistas, asociaciones, artesanos y vecinos, unidos para celebrar la Fiesta de la Cosecha de los antiguos pobladores canarios y reafirmar el orgullo por la identidad de las Islas Canarias.

El evento, organizado por el Ayuntamiento de Gáldar a través de la Concejalía de Identidad que dirige Carlos Ruiz Moreno, contó con el agradecimiento expreso a la extinta Asociación Patrimonial Attidamana por haber impulsado esta iniciativa y confiar su continuidad a la administración municipal, que celebró este año su tercera edición. 

“Estamos sembrando conocimiento de nuestra historia e identidad, para que en un futuro se pueda seguir recogiendo parte de nuestra historia y no se pierda todo ese legado”, expresó Ruiz Moreno.

El Beñesmer recupera una celebración vinculada a los ciclos agrícolas y lunares del pueblo canario, y propone un reencuentro con el pasado desde una mirada actual, interdisciplinar y participativa. La primera jornada abrió con un homenaje a María Isabel Quintana González, impulsora del proyecto Temosén, una iniciativa que ha logrado re introducir el cultivo de la cebada canaria en la Vega de Acusa.

Una de las novedades de esta edición fue el ‘Beñesmer de Palique’, un espacio que despertó gran expectación gracias a su formato de podcast, con entrevistas a los jóvenes investigadores canarios Idaira Brito, Pedro Henríquez, Jonathan Santana y Aitor Brito. La propuesta estuvo coordinada por los creadores del canal Palique Divulgativo, Víctor de León Hernández y Daniel Prieto González, con un estilo desenfadado, cercano y fresco.

A continuación, se proyectó el documental Magas y Maúras, seguido de un cinefórum en el que participaron su directora técnica, Violeta Gil; Carla Halaby, una de las protagonistas; y Ángeles Marrero Rodríguez, agricultora de profesión. Las invitadas desmontaron estereotipos y reivindicaron la importancia del trabajo femenino en el campo.

El cierre de la noche del viernes llegó bajo la imponente luna llena agostina, con una observación astronómica que unió tradición y ciencia, de la mano de la investigadora Sarai Cruz Ventura y Frank A. Rodríguez, de AstroEduca.

El segundo día abrió con una feria de artesanía que reunió a más de 25 puestos dedicados a oficios tradicionales y creaciones locales. El plato fuerte de la jornada fue el ‘Tagoror 15’, un foro joven y reivindicativo que, bajo el hilo conductor “Educación, Cultura e Identidad: ¿de quién es la palabra?”, dio voz a jóvenes para reflexionar y dialogar con el público sobre lengua, educación, migración y nuevas formas de comunicar la ciencia y la cultura. Los expertos Rumén Sosa, Tomás López, Víctor de León Hernández y Susana Socas Benítez imprimieron a la tarde un carácter crítico y reflexivo, abordando temáticas de actualidad que preocupan a la juventud canaria.

Las visitas guiadas a la necrópolis La Guancha y el Barrio Hospital, con plazas agotadas desde días antes, ofrecieron una inmersión directa en el patrimonio natural y arqueológico de Gáldar. Las jurrias Aridamán, Aguerre, Humiaga, Azamotan, Chipeque y Majiñeñe, cautivaron al público con sus exhibiciones de salto al pastor. El levantamiento de piedra, realizado por Alberto Mateo atrajo a niños, jóvenes y adultos por su habilidad con esta actividad tradicional hoy casi en desuso.

Los ya consolidados talleres del Beñesmer —lenguaje silbado, de la Asociación Cultural y de Investigación Yo Silbo; escritura Tifinagh, impartido por el experto Rumén Sosa; y el taller de lana— tuvieron una gran acogida. Los jóvenes de la agrupación Idiren animaron el ambiente con su música tradicional y actividades durante toda la mañana y la tarde. Mientras tanto, los más pequeños se dejaron cautivar por las divertidas historias de Paula y Yudeyna.

La música y los bailes de Tambor de Cabra, junto a los versos y melodías de Yeray Rodríguez y el grupo Generación del 21, coronaron la edición del Beñesmer 2025. Un festival que reafirma su papel como espacio de encuentro intergeneracional, donde pasado, presente y futuro se enlazan a través de la ciencia, la tradición y la divulgación cercana, para afianzar el arraigo y la valoración del legado cultural de Canarias.
 
 
Beñesmer 2025

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