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El pistoletazo de salida ha tenido lugar de manos del pregonero Adolfo Reyes, vecino emblemático, que emocionó a todos los presentes junto a su hija Fabiola con su recorrido por la historia de Fontanales
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Las fiestas se extenderán hasta el 24 de agosto día en el que se celebra la Festividad de San Bartolomé y contarán con múltiples actividades y actos para toda la familia
Las fiestas en honor a San Bartolomé comenzaron en Fontanales. Un inicio que ha tenido lugar en la tarde de hoy con una plaza abarrotada y unos vecinos que no dudaron en trasladar su cariño a una persona carismática como Adolfo Reyes y a toda su familia. Una tarde festiva en el pórtico de la Iglesia que contó con la presencia de la corporación municipal, encabezada por el alcalde, Raúl Afonso, acompañados por el párroco Don Roberto Rivero y los integrantes de la Asociación de Vecinos.
Adolfo Reyes, vecino emblemático de Fontanales, llegó a los doce años acompañado de sus padres y su hermana. En su juventud le tocó comenzar a ayudar a su familia en el molino, con el suministro de luz y la tienda, corría el año 1967 cuando le tocó hacerse cargo de todo con el fallecimiento de su padre. Ahora, años después, regresa a Fontanales como lo hace cada año, y cada vez que puede, acompañado de su hija Fabiola que fue la encargada de leer el pregón en su nombre.
Unas líneas en las que recorrió la historia de Fontanales en nombre de “mi padre que ha sido el hilo conductor de todos estos recuerdos, recuerdos que seguro, también son un poquito de todos”, en unos días en los que las calles cambian su tradicional olor a campo y pino, hoy huele a ilusión, música y alegría”.
Para todos los vecinos y vecinas son unos días de “encuentros, de mirarnos a los ojos, de darnos un abrazo, de recordar nuestras tradiciones y de seguir escribiendo juntos la historia de este pueblo que es pequeño pero inmenso de corazón”, comenzaba el pregón. Este fue el punto de partida de un viaje en el tiempo hasta los primeros miembros de su familia que arribaron a Fontanales, sus abuelos, que fueron los encargados de establecer el primer molino con tostadora, una tienda y un salón para celebrar bailes. Ese molino se acabó convirtiendo en símbolo de “progreso, comunidad e ilusión”.
Un pregonero cuya relación familiar con el pueblo hizo crecer a todo y a todos, hasta el punto que “mis abuelos también colaboraron con el bienestar instalando un motor que suministraba luz a los vecinos hasta las doce de la noche y antes de cortarla se avisaba encendiéndose y apagándose dos o tres veces”. Un suministro de luz que se extendió en el tiempo hasta que Unelco se responsabilizó de dar el servicio. Una muestra de la intrínseca relación y la contribución al crecimiento.
Adolfo en su juventud también fue testigo de cómo las fiestas iban creciendo en tiempo y actos, añadiéndose actos como la bajada de la rama y la ofrenda para los que sacaban y preparaban sus mejores galas. El pregón culminó con una petición: “Ahora quiero pedirles que cierren los ojos y piensen en sus recuerdos más bonitos ligados a nuestro pueblo, un lugar donde las raíces son tan profundas como nuestros montes y donde cada uno de nosotros es parte de esta historia”, resaltó.
Un pregón que continuó con la actuación de la parranda El Mejunje con integrantes de Gran Canaria y Fuerteventura que amenizaron la jornada. Mañana, viernes, tendrá lugar la ‘Fiesta de la Familia’, en el campo de fútbol y la ‘Bajada de la Rama’, el sábado, continuará con la Feria KM.0, que se celebra en la explanada del Colegio de Fontanales, de 9.00 a 14.00 horas, el sábado y domingo. Mientras, la música será protagonista por las noches con la actuación de Savia Nueva y Los 600, y la verbena tendrá a Estrella Latina, como protagonista, el sábado, a partir de las 20.00 horas en el pórtico de la Iglesia. El domingo será la Escala Hi-Fi quien acaparará las miradas de pequeños y mayores.