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Una jornada de convivencia vecinal disfrutando del tradicional sancocho popular en La Josefa ha sido el fin de fiesta a tres intensas semanas de actos y actividades
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“El día de hoy es una tradición para todos los moyenses. Es un día para disfrutar en familia por todo lo alto en un ambiente y lugar diferente, es el punto y final a tres semanas en las que miles de personas han visitado y disfrutado de nuestras fiestas haciendo que cada año crezcan un poco más”, resalta el alcalde, Raúl Afonso
La Villa de Moya ha despedido las fiestas en honor a San Antonio de Padua por todo lo alto con una jornada de convivencia vecinal en el tradicional sancocho celebrado en La Josefa. Han sido tres semanas de actos religiosos, culturales, lúdicos y deportivos que se han culminado con un almuerzo de todos los vecinos y vecinas amenizado por Manolo y sus teclado. Una vez concluida la jornada los papahuevos salieron a bailar para bajar todos juntos hasta el Anfiteatro Municipal del Parque Pico Lomito, lugar en el que se celebró la verbena con Yoni y Aya.
La mañana comenzó desde bien temprano con numerosos vecinos procedentes de todos los lugares de la Villa de Moya que se fueron desplazando hasta La Josefa para coger un buen sitio a la sombra de la vegetación para disfrutar de una jornada en familia y amigos. Las sombrillas, las mesas, los manteles y los toldos se iban expandiendo a lo largo del terreno con la música de los timples y las guitarras. Fue así como, a las 13:30 horas, Pablo Betancor, vecino de Carretería, y encargado de realizar el sancocho dio el pistoletazo de salida junto al alcalde Raúl Afonso y el concejal de Festejos, Octavio Suárez.
“Ha sido un punto y final a las fiestas en honor a San Antonio de Padua por todo lo alto. Es una tradición de la Villa de Moya esta jornada de convivencia vecinal y buscamos que perdure en el tiempo. Llevamos tres semanas de fiestas intensas pero nadie ha querido fallar en esta jornada de convivencia familiar, que como dicen algunos, es la verdadera fiesta de los vecinos y vecinas. Hemos cerrado las fiestas sin incidentes y con la asistencia de miles y miles de persona en cada acto, así que estamos muy contentos y satisfechos con la respuesta”, resalta el alcalde, Raúl Afonso.
El sancocho, organizado por el Ayuntamiento de la Villa de Moya en colaboración con el Cabildo de Gran Canaria, tenía un módico precio de 3€ y estaba compuesto de pescado salado, papas arrugadas, mojo, huevo duro, ensalada y una deliciosa pella de gofio, además de pan y el refresco. Unos comistrajes elaborados por Pablo Betancor y todo su equipo de cocineros, ayudantes y pinches, todos perfectamente coordinados. Para la elaboración de la comida se emplearon cerca de 550 kilos de pescado salado, 1.500 kilos de papas, más de 150 lechugas, 60 kilos de pepinos, 100 kilos de pimientos y 150 kilos de cebollas, que estuvieron acompañados de los más de 130 litros de mojo que se realizaron y los 100 kilos de gofio usados para elaborar la pella. Fue así como todos los asistentes pudieron degustar de un exquisito sancocho canario que hizo las delicias de todos. Una vez disfrutada la comida y la tarde, salieron a danzar los papahuevos para poner rumbo al Anfiteatro Municipal del Pico Lomito y disfrutar de la verbena de día de mano de Yoni y Aya.
Las fiestas en honor a San Antonio de Padua se despiden hasta el año que viene y dejan entre todos un buen sabor de boca y como siempre, ganas de más. Unas fiestas que no serían posibles sin la colaboración de todo el personal municipal y todos los vecinos que colaboran de forma incansable. ¡Gracias por hacer que las fiestas de San Antonio de Padua sigan siendo las fiestas de todos!